Los británicos están de enhorabuena, su reina, Isabel II, cumple hoy 89 años en plena energía y sin visos de flaqueza. Y con los mismos gustos y aficiones de antaño: adora los perros, los caballos, los hombres y las mujeres, y «en ese orden», según aseguró en cierta ocasión su biógrafo Graham Turner. Con casi nueve décadas a sus espaldas, los equinos parecen estar en lo más alto de la lista, pues hace unos días unos reporteros dijeron haberla visto cabalgando su propio poni en Windsor.             

«Ni siquiera llevaba casco», señalaba el Daily Mail. Unos días después se la vio emocionada en las carreras de caballos en Newbury con su semental Capel Path, que lamentablemente solo quedó tercero. La reina está en una edad en la que otros son ancianos desde hace tiempo, pero la monarca, que lleva más de 60 años en el trono, parece más ágil que nunca. Ni rastro de desgaste o de cansancio del cargo.  

Desde su aniversario de diamante en el trono en 2012, la soberana realiza comparecencias y viajes más breves. Los trayectos largos, como a Australia o al Caribe, los ha delegado en el sucesor, su hijo el príncipe Carlos (de 66 años) o en la generación más joven, la de su nieto el príncipe Guillermo o su hermano Harry.

Si la salud le acompaña, en septiembre batirá el récord de la reina Victoria, que estuvo 63 años y 216 días en el trono. Para muchos británicos resulta inimaginable una defunción de la monarca. La mayoría de sus conciudadanos del país no conocen otra jefa de Estado que la reina.  

Su hijo mayor, Carlos, le suele acompañar desde hace tiempo en el tradicional discurso de la inauguración de la legislatura en el Parlamento. Si David Cameron no sigue ocupando Downning Street después de las elecciones del próximo 7 de mayo, su sucesor será el decimotercer premier que despacha con ella. Además, en todo el mundo hay muchos jefe de Gobierno que le juran lealtad, pues aparte del Reino Unido, la reina es la jefa de Estado de otras 15 naciones que van desde Canadá a Australia, pasado por Jamaica y Tuvalu.  

Cuando Isabel II celebre hoy junto a su marido el príncipe Felipe (de 93 años) su 89 aniversario, tal vez tengan también algo más que conmemorar, pues hay un bisnieto en camino, el quinto.

La duquesa Catalina, la esposa de su nieto el príncipe Guillermo, será madre por segunda vez en los próximos días. A decir de las apuestas, esa afición tan british, será una niña. Además, muchos ciudadanos ya han apostado sus libras por el nombre de Alice para la nueva nieta real.  

Pero la monarca no dedica mucho tiempo a celebrar su aniversario en abril, cuando el tiempo es impredecible. El desfile oficial en honor a su cumpleaños, el Trooping The Colour, se celebra anualmente en junio en Londres.  

Desde 1952.

Hace tres años, el Reino Unido celebró con su reina los 60 años en el Trono de Isabel II con innumerables festejos enmarcados en el Jubileo de Diamante. La monarca se convirtió en jefa de Estado tras la muerte de su padre, el Rey Jorge VI, que murió el 6 de febrero de 1952 a los 56 años, y desde entonces ha estado al frente de la monarquía.

En este contexto, la soberana sigue sin pensar en abdicar, y no solo porque quiera morir como monarca, siguiendo la costumbre de la casa real británica, sino porque se encuentra bien de salud y se ve tan cerca de superar a su tatarabuela que no va a perder la oportunidad de pasar a la Historia como la mujer que más años reinó en Gran Bretaña y en el resto de territorios de los que es soberana.

Ambas mujeres tienen cosas en común. Una de ellas es que a las dos les llegó el Trono de forma indirecta; la segunda es que han sido longevas, (Victoria vivió 81 años y la Reina Isabel tiene 89) y formaron grandes familias con sus maridos, hombres de sangre real.

En su larga historia, la monarca tuvo la suerte de no sufrir la II Guerra Mundial como reina, aunque sí la vivió, dado que la responsabilidad recayó en su padre, Jorge VI, a quien el peso del conflicto le fue mermando poco a poco.

Todo apunta a que Isabel II conseguirá llevarse el récord del reinado más longevo, cuando supere en septiembre a Victoria. Lo que ya tiene es ser la soberana en ejercicio más anciana, ya que la muerte del rey de Arabia Abdalá bin Abdulaziz en enero  le ha dejado sin rival.