Un mes de corte por obras estéticas

Luis Amo
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Los trabajos de mantenimiento en un voladizo de hierro oxidado de la pasarelapeatonal del Museo de la Ciencia obligan a cerrar un sentido de la avenida de Salamanca

Trabajos de mantenimiento en el voladizo de la pasarela del Museo de la Ciencia, en el tramo por encima de la avenida de Salamanca, que estará en obras hasta el 25 de julio.

Poco prácticas y de costoso mantenimiento. Los técnicos municipales vuelven a ratificar que la originalidad y peculiaridad de infraestructuras como el Museo de la Ciencia, diez años después de su inauguración, está revelando que este tipo de obras acaban teniendo un alto coste de mantenimiento. Y también de incomodidades para la ejecución. El último ejemplo son los trabajos de reparación de un elemento metálico de la pasarela peatonal, en el tramo que cruza la avenida de Salamanca. Tal y como ha explicado su creador, Enrique de Teresa a 'El Día de Valladolid', es un elemento cuya justificación es funcional, es decir, para cortar la visión a los peatones para que desde arriba tenga menos impacto visual el tráfico rodado que pasa por la avenida. Un elemento, asimismo, que después de más de una década construido también necesita su reparación, aclara el arquitecto, una reparación meramente estética dado que carece de cualquier otro problema estructural, como remarcan los técnicos del área de Urbanismo.


Estas fuentes oficiales, y pendientes de una aclaración por parte de la concejala del ramo, Cristina Vidal, explican del mismo modo que la intervención que está realizándose ahora trata de eliminar el óxido del voladizo metálico y también se está aprovechando para limpiar la estructura externa de la pasarela peatonal mediante el sistema de chorro de arena. Apuntar, además, que la complejidad de los trabajos radica en que hay que hacerlo desde abajo, sin poderse montar una grúa-cesta que descienda desde la parte superior. Es por esto, justifican desde la concejalía, que ha sido obligatorio el corte durante casi un mes de un sentido de la avenida de Salamanca, concretamente los dos carriles en dirección norte.


Pese a la necesidad de cortar la avenida, de este modo, no es menos cierto las incomodidades que la obra está generando sobre los usuarios de la arteria circulatoria que cruza la capital vallisoletana de punta a punta. Sin embargo, para intentar minimizarlas, el plan de movilidad propuesto es que siempre estén abiertos dos carriles en dirección sur, es decir, en sentido Salamanca, con lo que se da una mejor salida al tráfico. Por contra, los vehículos que discurran por la avenida de Salamanca hacia el norte, hacia el centro de la ciudad, se van a encontrar durante este periodo siempre los carriles cortados, en concreto, entre la rotonda del Puente Hispanoamérica (avenida de Zamora) y la del Puente de Juan de Austria (Parquesol).


Precisamente, después de diez días, la semana pasada concluyó la reparación del voladizo en la parte más próxima al museo y esta misma semana empezará la contigua, la situada en el lado del escudo floral. Es por esto que la circulación rodada en dirección salida de la ciudad se redirigirá por los carriles opuestos que se han adaptado, que se ha invertido provisionalmente la dirección de señalización vertical y semafórica. Y estos arreglos, según las previsiones que maneja la Policía Local, provocarán estos cambios de tráfico hasta el 25 de julio.


Con todo, el arreglo de este voladizo se suma a la lista de elementos cambiados, retirados o cancelados de la obra del museo, como han sido el pavimento de la pasarela peatonal (pasó de madera a acero y con éste la prohibición del paso de perros porque se herían las pezuñas), la iluminación en el suelo ya retirada, las jardineras de encima del garaje cuya vegetación se sustituyó por césped artificial, los continuos fallos de la fuente central de la plaza del museo o las numerosas losetas sueltas del pavimento de la misma zona.