La Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) acogió ayer un debate entre los candidatos a la Alcaldía de Valladolid del PSOE, Valladolid Toma la Palabra, Ciudadanos, UPyD, Vox y Sí se Puede Valladolid. Una vez más, el intercambio de ideas sobre las principales necesidades de los empresarios se produjo sin la presencia de ningún representante del PP, una decisión que volvieron a criticar de forma unánime el resto de participantes. El debate estuvo articulado en torno a 70 propuestas divididas en cuatro bloques que previamente la patronal había enviado a estas formaciones. En ellas se abordaban aspectos de Valladolid como foco de atracción de inversiones, de destino turístico y otras relacionadas con la Universidad y las nuevas tecnologías.

En mayor o menor medida, todos encontraron puntos de acuerdo con las propuestas de la CVE. El primero en intervenir fue Jesús Presencio, de Ciudadanos, que hizo hincapié en la necesidad de una gestión eficiente, transparente y apoyada en la participación. «Ayudando a los demás nos ayudamos a nosotros mismos», incidió.

También abundó en la necesidad de que los empresarios piensen en qué aspectos pueden «reinventarse» y qué pueden aportar a la sociedad. En su breve intervención reconoció que este colectivo debe enfrentarse a la falta de eficiencia en los trámites burocráticos, otro de los problemas que apostó por abordar.

El que más se deshizo en elogios hacia la propuesta de la patronal fue el candidato de VOX, Alfredo Fernández. «Compartimos objetivos y creemos que todo el documento es muy favorable», dijo. El abogado incidió en que su formación tiene «un corte muy liberal en materia económica» y se mostró favorable a reducir a la mínima expresión la intervención de la administración pública en estos temas.

Por otro lado, pidió que a los pequeños empresarios se les trate igual que a los grandes respecto a la lucha contra el fraude e incluso apostó por intervenir en el ámbito educativo de los niños para desterrar las «connotaciones negativas» que para él tiene el término empresario. «Tendría que ser al revés y eso debería estar reflejado en los libros de texto», aseguró. Otras de sus propuestas en materia económica pasan por rebajar la presión fiscal a las empresas, revisar los convenios, «probablemente a la baja», fomentar los aparcamiento disuasorios en el centro e incluso eliminar la ORA. Respecto al pequeño comercio, opinó que debe reinventarse y se mostró en contra de poner limitaciones a las grandes superficies.

El candidato de Valladolid Toma la Palabra, Manuel Saravia, dijo que muchos de los puntos propuestos por la CVE están dentro de su visión de ciudad. Se mostró partidario de que Valladolid reivindique su identidad y dio su claro apoyo al comercio de proximidad. Sus propuestas pasan, por ejemplo, por un Plan de Inspección Fiscal y la transformación de Valladolid «pensando en el empleo» con tres planes: azul, rojo y verde. El primero pretende fomentar el respeto en la gestión del trabajo hecho hasta ahora; el segundo, una apuesta por el trabajo asociado desde el propio Ayuntamiento; y el tercero, promover el empleo verde, «un yacimiento con mucho futuro». También reclamó que se aprovechen las 80 hectáreas que, según él, están «infrautilizadas» en Valladolid para promover la instalación de empresas y apostó por promover un parque de viviendas sociales porque «la economía también depende de la extensión del bienestar».

La cabeza de lista de Sí se puede Valladolid, Charo Chávez, hizo alusión a la falta de financiación que sufren las empresas como uno de los problemas a solucionar. Pero no solo para ellas, también para las familias. Según ella, el «crecimiento expansivo» de Valladolid ha dificultado el desarrollo de la economía. En este sentido, apostó por potenciar los barrios como focos de actividad. Crear una ciudad «policéntrica», dijo, en la que se mejorara la movilidad hacia los barrios y su equipamiento. Por otro lado, también defendió apostar por la industria agroalimentaria y por la innovación cultural «como valor añadido para empresas de otros sectores». Por último, incidió en la necesidad de cambiar los hábitos de consumo porque, según ella, el consumismo actual está por encima de las posibilidades de desarrollo de ciudades como Valladolid.

Óscar Puente, el candidato del PSOE, priorizó el empleo y dijo que muchas de las propuestas de la CVE van «en la dirección adecuada» para acabar con este problema. También incidió mucho en el soterramiento para decir que, tal y como está planteado ahora, «no es viable» por los escasos recursos que podría generar la venta de suelo. En este sentido, defiende descartar la utilización de tuneladora por ser «cara» y apostar por los muros pantalla, un método «más barato y que genera más empleo».

Puente dijo que, si llega a la Alcaldía, paralizará el proyecto del Campus de la Justicia para intentar ubicarlo en el centro de la ciudad y favorecer así al comercio. En este punto criticó el traslado de edificios públicos del centro a los barrios. También apostó por dar un impulso al sector agroalimentario como alternativa a la automoción y a la investigación con más inversión en el Parque Tecnológico de la UVa. Por último, el candidato de UPyD, César Toquero, pidió que se «cierre el mapa» de las grandes superficies para evitar que vengan más y que se impulse un plan desde el Ayuntamiento para mejorar la situación del comercio de proximidad. Al hilo de esto, también propuso una mejora de las comunicaciones con los pueblos del alfoz para que desde allí puedan llegar más clientes al centro de la ciudad.

Coincidió con la visión del PSOE sobre el traslado de sedes administrativas y la inviabilidad del soterramiento, pero aportó otra alternativa. La definió como «soterramiento de trinchera», de obras en superficie en las que participarían empresas locales para generar empleo durante unos ocho años, «aunque habría que explicar a los ciudadanos los inconvenientes que esto tendría».