La cancelación de Pingüinos y el anuncio de la limitación de las marchas solidarias ha motivado que en los últimos días haya subido el tono en el cruce de acusaciones entre IU y el alcalde.

Todo comenzó con el enfado del alcalde por la suspensión de esta edición. En la comparecencia pública para anunciarlo, hace unos días, León de la Riva aseguró que «detrás de esto hay mucho más que el medio ambiente. Posiblemente hay mucho ecologista sandía: verde por fuera y rojo por dentro». Unos calificativos dirigidos a los ecologistas, que subieron un peldaño más el pasado sábado, durante  la manifestación de apoyo a la concentración, donde el alcalde se dirigió a más de 4.000 moteros  en la Plaza Mayor para decirles que «esos que os acusan de tronchar pinos, que os lo digan a la cara».

Unas declaraciones que no han gustado nada al Grupo Municipal de Izquierda Unida, que se han sentido directamente señalados por la suspensión. Desde IU se ha rechazado la actitud «camorrista» del alcalde por instar, a su juicio, al «enfrentamiento» entre asociaciones ciudadanas para «eludir su responsabilidad» sobre la suspensión de la concentración.

Los ediles de la coalición recriminan al alcalde su « incitación a la bronca» entre colectivos y asociaciones ciudadanas que defienden «valores positivos». «Una incitación al enfrentamiento en lugar de promover el acuerdo y la comprensión mutua. Una actitud pendenciera y provocadora absolutamente impropia de quien ostenta la máxima autoridad de la ciudad»

Carreras solidarias. Pero este enfrentamiento también se ha trasladado a las manifestaciones del alcalde sobre el coste de carreras solidarias. Así, en los perfiles de las redes sociales de la coalición se pueden leer mensajes como el de que «sorprende la mezquindad de sus palabras con la generosidad mostrada con actividades sin carácter social o directamente innecesarias».