Tudanca fracasa en su primer intento de unión y sólo logra el apoyo del 65%

PABLO ÁLVAREZ / Valladolid
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El nuevo secretario regional del PSOE insiste en el mensaje de unidad después de que uno de cada tres delegados rechazase su Ejecutiva

Tudanca ante su Ejecutiva. - Foto: Rubén Cacho (Ical)

El primer intento de unidad en el PSOE resultó fallido. El nuevo secretario general de los socialistas de Castilla y León, Luis Tudanca, sólo recibió el apoyo de 64,81 por ciento para el equipo con el que pretende llevar a partir de ahora las riendas del partido. Sólo diez puntos más de los que logró en la votación de los militantes de hace quince días y lo que parece más llamativo, un veinte por ciento inferior a la que cosechó su predecesor en el cargo y contendiente en esta disputa, Julio Villarrubia, hace menos de tres años. 
El resultado de la votación de la Ejecutiva Autonómica dejó patente que el PSOE de Castilla y León continúa dividido. Tanto como antes de iniciarse este traumático proceso que ha dejado cuatro meses y medio sin dirección y en manos de una gestora al Partido Socialista en la Comunidad tras la dimisión en bloque el pasado 30 de mayo.
Tudanca venció, pero no convenció. Los constantes mensajes de unidad lanzados por el burgalés desde que anunció que concurriría a la Secretaría Autonómica han caído en saco roto. Incluso ayer, después de conocer el escaso respaldo que concitó su equipo, aseguró que «nada ni nadie» le apartará de la senda de unir al partido. «Voy a dedicar todos mis esfuerzos a ello», añadió.
Ese mismo alegato de unidad que reclamó el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero durante la clausura del congreso extraordinario celebrado ayer en Valladolid, también sabedor de que la votación no había concitado el respaldo mayoritario que todos esperaban. «Nuestro deber es la unidad. El PSOEha salido fuerte siempre que trabaja unido», aseguró el dirigente leonés, quien pidió el respaldo expreso para Tudanca pues «llega con la legitimidad del voto de los militantes y merece aún más vuestro apoyo». 
Pues los 271 delegados que votaron en el congreso extraordinario del PSOE de Castilla y León no les hicieron caso ni a uno y ni a otro y dejaron claro que no comparten la forma de coser el partido a través de la configuración de nuevos equipos. 97 votaron en blanco y dos más emitieron una papeleta nula.
Además de la Ejecutiva, se votaron otras cuatro listas más (comisión de ética, la de auditoría de cuentas y los comités federal y autonómico) y fue precisamente la primera la que recibió el menor apoyo, mientras que alguna otra superó el 78 por ciento. De modo que los críticos querían dejar claro su desacuerdo. 
Si se busca un paralelismo con el proceso federal que enfrentó a Pedro Sánchez con Eduardo Madina, a pesar de las diferencias que hubo tras el resultado y la negativa del diputado vasco a formar parte de la Ejecutiva propuesta por el madrileño, al final el 86 por ciento de los delegados a ese congreso dieron el apoyo, lo que sí que enviaba un mensaje de unidad y de nueva etapa. No como ayer en Castilla y León.
El resultado no impidió a Tudanca mirar hacia adelante. «No está todo hecho. El trabajo empieza hoy», aseguró el nuevo secretario autonómico. 
Acto seguido comenzó a esbozar su propuesta para el partido y para la sociedad castellana y leonesa, donde empeñó su palabra en recuperar el Gobierno de la Junta «más pronto que tarde», en una alocución directa hacia el primer presidente de la Comunidad, Demetrio Madrid. «Los castellanos leoneses nos esperan y nos necesitan para acabar con los largos años del Gobierno de la derecha», dijo.
«Los castellanos y leoneses nos necesitan para acabar con 28 duros años de gobierno de la derecha», dijo. «Tenemos que devolver a Castilla y León la voz y el orgullo que se merece porque quien gobierna prefiere pasar desapercibido para que nadie le exija», añadió en su ataque contra el Partido Popular. 
En el apartado interno, Tudanca reiteró su promesa de transparencia y anunció que mañana mismo, en la primera reunión de la Ejecutiva Permanente se acordará la publicación de todas las cuentas del partido para acabar con las sospechas sobre los políticos. Consciente de que puede provocar críticas sociales, el nuevo secretario general aseguró «preferir las críticas a las sospechas».
También dijo que el PSOEde Castilla y León mantendrá un discurso propio, distinto si fuera necesario del federal. Y así se lo expresó al secretario general, Pedro Sánchez, quien abrió el congreso extraordinario. «Vamos a ser socialistas, pero vamos a crecer y nos vamos a emancipar para aportar ideas al conjunto del PSOE de España», subrayó. «Además de socialistas somos castellanos y leoneses, a los que a ellos y sólo a ellos vamos a defender. Vamos a luchar con uñas y dientes ante una derecha que no escucha», insistió.
 
Servicios públicos. Una de las banderas que enarboló para tratar de recuperar el Gobierno de Castilla y León fue la defensa de los servicios públicos. «No vamos a tolerar un recorte más en sanidad, educación y dependencia», defendió, para acusar al PP de Castilla y León de tener una «máscara de derecha amable al final es la misma que desmantela y privatiza servicios públicos». Como ya hizo durante la campaña, se marcó como objetivo la recuperación del Hospital de Burgos.
Tudanca miró a la alternativa que deben construir para ganar el gobierno de Castilla y León y apostó por hacerlo con los agentes sociales y otros colectivos para ofrecer a los ciudadanos de la Comunidad un proyecto de izquierdas plural y sólido. En ese proyectó, abogó por superar los desequilibrios entre las provincias, por la financiación justa para los municipios, por los servicios públicos y por la igualdad.