Educación zanjará con una multa la crisis de los menús con larvas

Pablo Álvarez / Valladolid
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La ausencia de peligro para la salud pública limita la capacidad de sanción de la Junta a un expediente por incumplimiento de contrato y otro en materia sanitaria, por la trazabilidad

Decenas de padres y alumnos se concentraron ayer en la capital leonesa para protestar contra la empresa.. - Foto: Peio García (Ical)

La empresa responsable de servir sopa con larvas en seis comedores escolares (cinco en León y uno en Segovia)mantendrá el contrato. Educación no ha hallado motivos ni sanitarios ni legales para rescindirlo después del «incidente», como lo denominó el consejero de Educación, Juan José Mateos, aunque no se librará de una multa que podría alcanzar los 12.020 euros por un expediente relacionado con el contrato y otra sanción de índole sanitaria que instruye la dirección general de Salud Pública por fallos en la trazabilidad de los alimentos.  

Sin restar importancia al suceso, Mateos quiso poner en contexto todo el episodio de lo que él mismo denominó como ‘crisis de los comedores’ para dejar claro que en ningún momento se produjo riesgo para la salud pública ya que ningún niño ingirió la sopa con larvas. Descartada la afección de carácter sanitario, los contratos suscritos limitan la sanción a la empresa por los errores detectados a una multa económica, con un máximo de 12.020 euros, tal y como desveló el secretario general de la Consejería, Juan Casado. «En ningún caso habría rescisión del contrato», aclaró.

El resultado de la sanción todavía tardará en conocerse pues la instrucción de «procedimiento de declaración de responsabilidad por presunto incumplimiento», como se denomina técnicamente, que tiene un plazo mínimo de resolución de un mes y un máximo de tres. Además, este trámite no contempla medidas cautelares.

El consejero de Educación, no obstante, puso de manifiesto que el incidente ha llevado a su departamento a reforzar los controles sobre los comedores escolares para conseguir «un servicio de primera categoría, en consonancia con la calidad de todo el sistema educativo de la Comunidad».
Para ello, la Junta, a través de las consejerías de Educación y Sanidad, intensificará los controles sanitarios, nutricionales y dietéticos de los menús escolares. Además, dijo que se reforzará la vigilancia de los 499 comedores, donde sirven más de 38.000 menús diarios, con controles periódicos de carácter externo. «Los comedores escolares deben tener el mismo nivel que la educación en la Comunidad», aseveró. Todo ello, servirá, a su juicio, para recuperar la confianza en este servicio que se ha podido perder a raíz de este asunto.

Juan José Mateos compareció ayer acompañado por una docena de expertos tanto de la Junta en el ámbito educativo y sanitario, así como la empresa externa a la que se encargó la auditoría sobre los menús de Serunión y de expertos de Nutrición de la Universidad de Valladolid.

Como ya adelantó la auditoría, el problema de las larvas podría estar ya en la materia prima, una sopa de lluvia fabricada en Zaragoza y cocinada en Málaga antes de ser servida en León y Segovia. El director de la empresa contratada por la Junta para auditar el suceso, Aquimisa, precisó que el problema se hubiera evitado «con un simple control visual del producto, ya sea al abrir el paquete o bien en el momento del cocinado».