Hartos. Así están en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cigales debido a la mala práctica que algunos establecimientos hosteleros que están comercializando vinos como suyos sin ni siquiera pertenecer a la DO. El presidente del Consejo, Pascual Herrara, ya anunció hace prácticamente siete meses que la Denominación iniciaba una campaña para detectar bares y restaurantes que estaban dando a sus clientes vinos como si fueran Cigales, pero realmente comercializaban otros caldos sin denominación.
Pues bien, desde entonces, el Consejo Regulador decidió poner el caso en manos de un despacho de abogados y ha comenzado a realizar inspecciones periódicas en bares y restaurantes para conocer de primera mano cuáles podrían estar vendiendo caldos como si fueran de Cigales sin serlo. Los establecimientos pertenecen a toda la zona de influencia de la DO. El propio Cigales, Fuensaldaña, Valladolid capital, Mucientes...
Herrera destacó ayer a este periódico que se ha visitado una veintena de establecimientos y se ha detectado que en ocho de ellos se estaba produciendo esta circunstancia. «En algunos de ellos cuando pides un Cigales te ponen una jarrita o una botella sin contraetiqueta y pasa como si fuera de los nuestros, cuando no es así», aseguró el presidente. No es una situación nueva, sino que el Consejo Regulador lleva detectando esta práctica durante los últimos años.
El problema viene motivado porque una parte importante del vino que se produce por parte de viticultores y bodegas se vende a granel y, posteriormente, los propietarios de los servicios hosteleros lo venden en botellas. «Pero muchas veces la botella ni siquiera está cerrada o se comercializa en jarras y así se vende como Cigales, pero se escapa al control del Consejo Regulador».
«No tenemos nada contra la venta de vino a granel, pero sí contra el vino que sale sin ser de la DO y luego se vende como tal».
Así, el bufete de abogados que representa el Consejo ha enviado burofax a estos establecimientos hosteleros solicitando que comiencen a comercializar los vinos con contraetiquetas y pertenecientes a la DO. En este escrito, también se informa al propietario que en el caso de persistir en la venta de los caldos se iniciarán las acciones legales que se consideren oportunas para que se corte de raíz el problema. «Esperamos que cambien, pero si tenemos que denunciar está claro que lo haremos».
«excusas». Los inspectores que han acudido a los establecimientos para comprobar qué vinos servían al pedir un Cigales lo han hecho con cámara oculta. Es decir, el Consejo tiene grabadas todas las conversaciones y situaciones que se han producido en estas visitas. «Las llevaban en la chaqueta o dónde fuera. Nos hemos asesorado y sí está permitido y ahora no vale decir que no lo han hecho porque lo tenemos grabado».
Sobre las razones que han alegado los dueños de los establecimientos, Herrera manifestó que la mayor parte indicó «desconocimiento», aunque el presidente se mostró muy receloso. «Yo, la verdad, es que me lo creo todo».