Presto y dispuesto para empezar ya. Un gran andamiaje cubre por completo desde ayer la fachada histórica de la Universidad de Valladolid, una estructura metálica que supone el comienzo de los trabajos de rehabilitación de la portada barroca después de 17 meses vallado el perímetro y pendiente de una intervención urgente. Una restauración, precisamente, que consistirá en la limpieza de la fachada y repondrá las piezas desprendidas.

Las condiciones ambientales inherentes a su localización en el centro de la capital vallisoletana y los excrementos de las aves son las principales causas del deterioro del edificio, además de la propia antigüedad del inmueble, cuya última rehabilitación integral fue en el año 1989. Así las cosas, la intervención tendrá dos fases:la primera versa alrededor de las patologías detectadas que son humedades por toda la portada, en especial en la parte inferior, con el consiguiente nacimiento de plantas y líquenes; la costra negra producida como consecuencia de la polución del ambiente e incluso los productos químicos empleados en anteriores intervenciones que más que restaurar han degradado la conservación de la piedra, es decir, se ha conseguido con el tiempo el efecto contrario al deseado en su día. Esta limpieza integral, como detalla el proyecto de restauración del arquitecto Juan Carlos Arnuncio, no conllevará el desmontaje de las distintas esculturas que presiden la portada.

Los trabajos en la segunda fase se centrarán en tratar las patologías concretas de cada zona de la fachada, reparando de este modo los daños detectados y frenar el deterioro del conjunto. En total, seis meses de ejecución con un presupuesto de 248.237 euros.