Una acusación de una víctima de una violación es suficiente para que un hombre se pase entre rejas cuatro noches? ¿Hizo bien la Policía Nacional en detener a este joven marroquí sin contar con más pruebas que la identificación que hizo la chica violada dentro de una discoteca? ¿La juez debió dejarle en libertad hasta que llegase la prueba de ADN o era preferible que pasase otra noche privado de libertad a correr el riesgo de que huyese y después resultase ser el presunto autor?

Son algunas de las cuestiones que están sobre la mesa desde que, el mediodía del lunes, se conoció que se había puesto en libertad al marroquí detenido el día 19 por la violación del parque de Las Villas porque su ADN no coincidía con el hallado en el cuerpo de la chica, y que había ya otro sospechoso, ya detenido y en prisión.

Dudas sobre si se actuó bien, sobre quién es el culpable de que un inocente haya estado cuatro días privado de libertad y sobre si, en ciertos casos, pueda existir una sobreprotección de las víctimas.

León de la Riva: «Una acusación abierta no es garantía de nada». Un debate que ayer trasladó a la esfera pública el propio alcalde de Valladolid cuando aprovechó este caso para tratar de explicar su comentario sobre los ascensores, las mujeres y su «miedo» de que le pudiesen «buscar las vueltas». Así en declaraciones a Onda Cero, Francisco Javier León de la Riva sostuvo ayer que «una acusación abierta no es garantía de nada» y recordó que «a veces no es todo blanco ni todo negro», también en referencia a las críticas que en su momento recibió por parte de las agrupaciones feministas.

León de la Riva verbalizó ayer lo que muchas personas pensaban o, cuanto menos, se preguntaban. ¿Puede una persona acabar en la cárcel por el simple error de una víctima durante la identificación? ¿No se verifican más pruebas? ¿Es suficiente con la palabra de una persona para terminar detenido?
Todas las fuentes -policiales y judiciales- consultadas por El Día de Valladolid explican que fue una actuación «totalmente normal». «¿Es un error? Bueno, hasta cierto punto porque si una persona, que ha sido víctima de una violación, le dice a la Policía que el autor es un hombre y que no tiene ni una sola duda, la obligación por parte de la Policía es detenerle», según explican fuentes policiales.

Situación de psicosis. En un sentido prácticamente idéntico, fuentes judiciales argumentan que, «en ocasiones, las víctimas, en situación de psicosis, creen ver al agresor y, a veces, identifican sin lugar a dudas a quien no es, pero ahí a la Policía, la Fiscalía y el juez instructor no le queda otra que fiarse de lo que ha dicho la víctima». «Si, por ejemplo, hay una identificación y la Policía no hace caso a la víctima hasta que esté el ADN, estaríamos hablando de inacción policial». La duda que quedará siempre es qué hubiese pasado si las pruebas de ADN no llegan hasta diciembre...