La Policía guardaba el ADN del joven acusado de la violación de Las Villas porque estuvo implicado en un robo

A. G. Mozo
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Es un portugués de 38 años que no es un delincuente habitual, ya que apenas tiene antecedentes · Fue detenido en Valladolid

La violación se produjo el 1 de agosto de 2014 en el parque de Las Villas. - Foto: J. Tajes

El presunto violador del parque Las Villas -el nuevo, no el marroquí al que se excarceló después de que el ADN le exculpase- es un joven que tiene 38 años de edad, con nacionalidad portuguesa y que apenas contaba con antecedentes policiales en España hasta que se le arrestó el pasado jueves. Es más, según ha podido saber El Día de Valladolid, ha dado la casualidad que la Policía Nacional tenía su ‘carné genético’ -los marcadores de su ADN- porque cometió hace un tiempo un delito de robo con fuerza.

Fuentes policiales consultadas por este periódico explicaron, en igual sentido, que «no se trata de un delincuente habitual», ya que apenas tiene antecedentes y los que tiene son por delitos contra el patrimonio, nada que ver, por lo tanto, con casos de violaciones o delitos contra las personas.

El ADN se utiliza cada vez más para la resolución de todo tipo de casos. Hasta un robo de poca monta como el que, según dicen, cometió este joven portugués. Una colilla en el escenario de un asalto, por ejemplo, es prueba más que suficiente de que una persona determinada ha estado allí. Y, de paso, esa muestra de ADN que se le toma para investigar ese robo en concreto queda archivada para siempre en las bases de datos policiales, igual que lo están las huellas dactilares o la fotografía.

Un ‘carné genético’ que, en el caso de la violación del barrio de Las Villas, ha servido para aclarar una investigación muy compleja, que se enredó la madrugada del 19 de octubre cuando la víctima identificó por error a otro joven (de nacionalidad marroquí) y éste terminó pasando tres días en los calabozos de la Comisaría de Las Delicias y otro más en una celda de la prisión provincial, antes de que se supiese que su ADN y el que se recuperó del cuerpo de la chica no tenían nada que ver. Un análisis por el que la Policía Nacional ya llevaba esperando casi tres meses y que, cuando llegó, desembocó en la identificación de este nuevo presunto autor y, tras cotejar otra serie de pruebas, se procedió a su detención, puesta a disposición judicial e ingreso en la cárcel.