El presidente de la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE), José Antonio de Pedro, se pronunció ayer sobre la polémica suspensión de Pingüinos. Y lo hizo para criticar a casi todos los actores que están en escena. «Es difícil de entender que ante una iniciativa generadora de empleo, riqueza y actividad, y dinamizadora de toda una provincia, no tengamos entre todos la valentía y audacia necesarias para apoyar y encontrar la mejor solución posible, de forma que esta siga desarrollándose en Valladolid», señaló.

La primera crítica fue para el equipo de Gobierno, al que acusa de una «evidente falta de diligencia». Según él, «tras cinco años siendo conocedores de la persecución que se estaba haciendo hacia esta concentración, no se ha tomado la iniciativa y con ello buscado una solución legal al problema, lejos de las diferentes interpretaciones que puedan hacerse sobre una norma». También cargó contra los colectivos que amenazaron con la denuncia, por ir «en contra de la actividad, la riqueza y el empleo que Pingüinos ha venido generado en todos los sectores». Por último, también censuró la actitud de la oposición, «remolones a la hora de arrimar el hombro y apoyar al equipo de Gobierno en la búsqueda de una solución». Además, hizo una llamada a la rectificación para conseguir que Pingüinos se celebre en Valladolid en 2015. «Estamos a tiempo, y esas alternativas existen, por tanto reaccionemos, porque lector, siga usted leyendo la prensa, descubrirá que no una, sino varias son ya las alternativas que cuentan con el apoyo cerrado y en bloque de todos los actores, que ante nuestra pasividad se frotan las manos. Y no me vale 2016, no dejes para mañana…», concluyó en un comunicado.

Por su parte, IU acusó ayer a la concejala de Turismo, Mercedes Cantalapiedra, de tratar de culpar a esta formación política del «fiasco» de la concentración con el fin de eludir su responsabilidad, «que le corresponde por entero, y su «nefasta gestión».