El pasado 2018 ha sido el primer año de ‘trabajo’ para las novedosas cámaras de cinturón de seguridad que la DGT fue instalando desde finales de 2016 y de las que hay cuatro en las carreteras vallisoletanas: A-6, A-62 y N-601. Todas están en tramos de autovía o de nacionales desdoblados, a pesar de que la idea inicial de la Dirección General de Tráfico era que la mayoría de las cámaras estuviesen en vías convencionales. Están en Tordesillas (en el punto kilométrico 178 de la autovía A-6, junto al puente sobre el río Duero, en dirección La Coruña), Cigales (en el 116,35 de la A-62, en sentido Valladolid, junto al radar fijo), Cubillas (en el 96,93, también de la Autovía de Castilla, aunque hacia Palencia) y Zaratán (en el 194,70 de la N-601, hacia la capital, a la altura del centro comercial Equinoccio). De las 989 multas de cinturón tramitadas en 2018 por la DGT en Valladolid, 19 se corresponden con las imágenes de estas cámaras que, en cambio, no han cazado a nadie hablando por el móvil.