El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, recordó ayer que el Teatro Lope de Vega “es propiedad de Banco Ceiss” y “no es de titularidad pública”, y explicó que, como dijo “hace mucho tiempo”, mientras él sea alcalde de la ciudad “ese espacio seguirá siendo un teatro en caso de reapertura”, una posición en la que se mantiene a día de hoy.
De la Riva explicó que fue él mismo, en calidad de viceconsejero de Caja Duero, quien planteó en el Consejo de Administración de aquella entidad “la necesidad de salvar un teatro que se estaba deteriorando de forma progresiva”. “A título personal puse en contacto al presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, con los propietarios del Lope de Vega, una empresa llamada Auditorium Privatum, que estaba formada por familias conocidas de Valladolid, y a partir de ahí yo di un paso atrás”, resumió.
Caja Duero compró el teatro en subasta en el mes de abril de 2006 con una inversión de siete millones de euros, y anunció su intención de rehabilitarlo en el plazo de dos años para ponerlo en funcionamiento de nuevo. Con ese fin, le encargó el proyecto de rehabilitación al arquitecto Horacio Fernández del Castillo, e incluso recibió el III Premio Nacional Gregorio Arcos a la Conservación del Patrimonio Teatral, concedido por la Asociación Española Amigos del Teatro, por su actuación.
Sin embargo, “tras presentar el proyecto surgió la crisis de las cajas y Caja Duero paralizó la reforma”, detalló De la Riva, que reconoció que en los últimos años “alguna empresa”, de la cual evitó dar el nombre, se ha puesto en contacto con él para consultar la posibilidad de reabrir el local “para hacer algún tipo de actividades de ocio distintas de las puramente teatrales”, ante lo cual se encontraron con la negativa del regidor.
El alcalde recordó que en 2013, tras una denuncia de la Policía Municipal y del servicio de extinción de incendios por el riesgo que tenía el estado en aquel momento del complejo, se cursó una inspección por los servicios de Urbanismo y se realizó una inspección inmediata, tras lo cual en mayo de ese mismo año se cerró el expediente.
“Desde entonces no ha habido más novedades. Nosotros ya manifestamos en su día nuestra voluntad de no comprar el teatro, teniendo en cuenta que ya tenemos el Teatro Calderón, la Diputación tiene el Teatro Zorrilla y la Junta de Castilla y León es propietaria del Centro Cultural Miguel Delibes. Yo he hablado con un empresario de Valladolid y con dos de fuera del sector, para ver si entraba en sus posibilidades o en sus proyectos adquirirlo, pero los tres declinaron la oferta por el montante económico que suponía”, concluyó.