Un viaje de más de mil kilómetros acabó la madrugada del miércoles al jueves de forma precipitada para dos portugueses que transitaban por la provincia vallisoletana en uno de los autocares que cubren las líneas regulares entre Francia y Portugal. Precipitada y durmiendo en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Cabezón.

Al parecer, tal como explicaron fuentes de la Guardia Civil a El Día de Valladolid, ambos arrestados viajaban en el citado autocar en estado ebrio y los conductores del bus decidieron echarles en mitad de la ruta porque la situación ya debía ser insostenible. Pararon en la estación de servicio que hay en la Autovía de Castilla, a la altura de Cabezón de Pisuerga, y les bajaron.

Los dos portugueses, lejos de aceptar la nueva situación a la que les había llevado su embriaguez, decidieron pagarla con la propia estación de servicio de Repsol.

Así, según detallaron fuentes de la Guardia Civil, presuntamente vaciaron tres extintores por toda la zona exterior de la gasolinera, a continuación, optaron por forzar y destrozar la puerta principal y, finalmente, golpear el calentador de manos de los aseos de señoras hasta acabar rompiéndolo por completo.

De 27 y 48 años. Los detenidos son dos hombres de nacionalidad portuguesa, de 27 y 48 años, y que su identidad se corresponde con las iniciales F.A.F.F. y R.M.C.F. Se les imputa un delito de daños.