El acusado de la muerte de Laura Luelmo, Bernardo Montoya, ingresó ayer en la Cárcel Provincial de Huelva, donde lo envió la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad onubense de Valverde del Camino, mostrándose desafiante con los funcionarios.

Montoya se encuentra en un módulo de aislamiento, según informaron fuentes penitenciarias, donde cumplirá los primeros días de la prisión provisional, comunicada y sin fianza impuesta por la magistrada que investiga el asesinato de la joven zamorana en El Campillo (Huelva).

A la cárcel de Huelva llegó poco antes de las cuatro de la madrugada, tras presentarse ante la jueza la tarde anterior.

Según las citadas fuentes, el asesino confeso se está comportando desde el primer momento como «un preso profesional», dirigiéndose en todo momento a los funcionarios «mirándoles a los ojos, desafiante y exigiendo cosas en lugar de pedirlas, como mantas».

Con esa actitud, nada más pasar por el módulo de entrada y dejar sus pertenencias personales, se dirigió al funcionario que le custodiaba para pedirle que le diera más mantas de las que le correspondían, mientras le era igualmente asignado un preso «de confianza», que será el único con el que tendrá contacto directo en los primeros días de su reclusión.