El Ayuntamiento de Valladolid ha invertido cerca de 700.000 euros de fondos municipales del Plan de Empleo y Emprendimiento, que gestiona la Concejalía de Hacienda y Promoción Económica a través de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico, que han contribuido a la creación de 253 nuevas empresas y a generar más de 370 puestos de trabajo.

El objetivo de estas subvenciones es apoyar el proceso de creación de empresas, al mismo tiempo que se contribuye al desarrollo de la economía local y a la potenciación del autoempleo como una opción viable de inserción sociolaboral. Consisten en una ayuda a fondo perdido de hasta 4.000 euros, destinada a financiar los gastos de puesta en marcha de la empresa y garantizar unos ingresos mínimos durante el inicio de la actividad.

El importe máximo se concede a quien acredite un gasto de 6.000 euros o más, siendo la cantidad mínima de gasto inicial justificada de 2.000 euros, entre esta cantidad (2.000) y el máximo (6.000) se subvenciona un 70 por ciento del gasto justificado, según ha indicado el Consistorio en un comunicado remitido a Europa Press.

La convocatoria de 2018 ha incluido algunas novedades importantes, como el incremento de la cuantía máxima a percibir por ayuda (que pasa de 3.000 a 4.000 euros) y la reducción del gasto mínimo realizado para poder optar a la ayuda a 2.000. En total, las 163 nuevas empresas creadas que han recibido una ayuda media de 3.400 euros.

CRITERIOS Y BENEFICIARIOS

La concesión de la subvención se hace mediante concurrencia competitiva, los criterios puntuables atienden a valorar de forma positiva a personas desempleadas menores de 35 años, mayores de 45, parados de larga duración o mujeres; así como personas con características determinadas como discapacidad de al menos el 33 por ciento, especiales dificultades de empleabilidad o con rentas bajas. Igualmente se tiene en cuenta el empleo creado por el empresario tanto el suyo propio, el de los diferentes socios que dediquen su actividad laboral a la empresa como el trabajo creado indefinido a media o a jornada completa.

Otro criterio a valorar son los puestos de trabajo creados, incluido el del empresario individual y en el caso de empresas el de todos los socios, siempre que acrediten su dedicación laboral a la actividad empresarial por la que se solicita la subvención. Para los puestos de trabajo creados por cuenta ajena se trata de contratos indefinidos en vigor en el momento de la solicitud, a media o a jornada completa. En definitiva, gracias a esta línea de ayudas se han creado un total de 273 puestos de trabajo, el 96 por ciento de ellos a jornada completa.

Entre los nuevos empresarios siguen predominando los hombres (58 por ciento) frente a las mujeres (42 por ciento), y hay 25 personas con especiales dificultades de empleabilidad. En cuanto a la forma empresarial, el 73 por ciento son empresario individual, un 17 por ciento sociedad limitada y el resto otras formas jurídicas como las comunidades de bienes.

Por otro lado, en lo que respecta al ámbito de negocio, comercio y hostelería siguen siendo los más habituales, aunque también se ha contribuido a la creación de empresas en sectores tan diversos como las empresas de turismo y ocio, los servicios sanitarios, de transporte, servicios de mantenimiento y reparación, y de marketing y comunicación, por poner solo algunos ejemplos.

BECAS CREA PARA LA FORMACIÓN DE EMPRENDEDORES

La finalidad de dicha convocatoria era contribuir a minimizar el riesgo inherente a la creación de empresas mediante la realización de formación en emprendimiento y elaboración de planes de empresa que deriven en la efectiva constitución de las mismas.

Para ello, se convocaron 90 Becas de Formación Emprendedora del Centro de Recursos para Emprendedores y Autoempleados (CREA) para el año 2018, por importe de 1.500 euros cada una. Son por tanto 90 nuevas empresas, tres más que las creadas el año pasado con este mismo programa.

Estas becas se otorgan también en concurrencia competitiva atendiendo a criterios como el tipo de actividad empresarial o el perfil emprendedor, priorizando las propuestas de desempleados, de jóvenes menores de 35 años o de personas de más de 45, o discapacitados, entre otros.

Este año además, como criterio novedoso, se puntuaba el hecho de ser mujer con formación en el ámbito de las ciencias, las matemáticas, la ingeniería o las tecnologías, ámbitos en los que las mujeres empresarias se encuentran infrarrepresentadas. De hecho, en esta convocatoria las mujeres suponen un 61 por ciento, mientras que el año pasado solo fueron un 45 por ciento.