Karla cumple 30

Óscar Fraile
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La mítica canción de Los Nadie, escrita hace tres décadas, se convirtió en un himno que todavía hoy suena en los bares y discotecas de la ciudad

Si la movida de Valladolid tuviera una banda sonora, Karla, de los Nadie, sería el tema principal. La chica a la que se le vio saliendo del coche, rozando la niebla y cuyos ojos no estaban allí. Esta canción se convirtió en un himno de la noche, no solo a nivel local, sino también en el resto de España. Su autor es Martín Alonso, el bajista y uno de los miembros fundadores del grupo, aunque poca gente sabe que, de algún modo, la semilla de este éxito la plantó Gabinete Caligari. El músico, «harto» de escuchar en la radio la canción Cuatro rosas, se planteó escribir un tema de corte pop que pudiera llegar al gran público, como lo hacía el que sonaba «machaconamente» por las ondas.


Y vaya que si llegó. Su «reto personal» funcionó, aunque no a la primera. Se presentaron con ella al festival de Benidorm y fueron eliminados en primera ronda, de modo que decidieron invertir más en un estudio de Madrid (8.000 pesetas la hora) para mejorar la grabación inicial. Y ahí es cuando llamó a su puerta Fernando García Tola para su programa El gran pirulí. El camino del éxito parecía despejado, pero las injerencias que intentaron hacer en la televisión en aspectos como la forma de vestir (siempre iban con sombreros y gabardina), el nombre del grupo e incluso los componentes del mismo no sentaron nada bien en la formación. «No aguanto a la autoridad y menos que me manden», señala el propio Martín Alonso en el libro ¿Dónde estabas tú? Historia musical del pop rock de Valladolid 1975.2005. De hecho, algunos de los componentes de Los Nadie acabaron en la cárcel por negarse a hacer el servicio militar. La propia publicación recuerda que Martín empezó alguno de sus conciertos con esta frase: «Hola, somos el grupo maldito de esta ciudad». Un espíritu quizá un poco alejado de aire pop de su tema Karla, pero que se refuerza con excesos como los vómitos de algunos de sus músicos en el escenario. Esos desencuentros en la televisión condenaron a Los Nadie a salir en la pequeña pantalla justo cuando se emitía un partido de fútbol de máximo interés por la otra cadena, tal y como recuerda el batería, Armando Fernández. «A pesar de todos estos inconvenientes, la canción sonó a nivel nacional, en algunas discotecas de Francia, Reino Unido y, por supuesto, de nuestra ciudad, Valladolid, donde a día de hoy aún se sigue pinchando», explica.


La intención de la letra, según el propio Martín, era reflejar el ambiente de una noche vallisoletana que se había transformado con la llegada de la libertad. Y por eso tienen referencias a los amigos, las drogas, las copas... «es cierto que la escribí como un tema más, pero su éxito desbordó todas nuestras expectativas», agrega el autor. Eso sí, más allá del reconocimiento social por un tema creado a mediados de los 80, el grupo no vio mucho dinero. Quizá porque su inexperiencia les hizo firmar algunos contratos que hoy en día el Martín considera abusivos: «No llegamos a notarlo en el bolsillo, aunque la canción no dejase de sonar en la radio». Desde entonces no volvieron a tener un éxito de esta dimensión, aunque el grupo siguió funcionando hasta 1996.

 

A estas alturas del reportaje usted se estará preguntando quién era Karla. Pues sí, la canción está inspirada en una mujer, pero esa pregunta sigue sin respuesta. Martín promete llevarse el secreto a la tumba.