El sector de la automoción, el más importante en términos económicos para Valladolid, puede presumir de haber dejado atrás la crisis económica mucho antes que los demás. Bien es cierto que lo ha hecho, en gran parte, por las ayudas públicas incluidas en los ocho planes PIVE aprobados hasta ahora por el Gobierno para incentivar la compra. Una estrategia que ha servido para que Valladolid acumule ya dos años de subidas ininterrumpidas en las matriculaciones.
Según los datos facilitados ayer por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles Turismos y Camiones (Anfac), en agosto se vendieron en la provincia 483 unidades, una cifra que asciende a 5.562 en los ocho primeros meses del año (una media de 15 al día) y que representa un 19,7 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. El sector se ha acostumbrado a aumentar sus ventas a un ritmo de dos dígitos y prevé que el futuro a medio plazo no va a cambiar gracias a una suma de varios factores, entre los que se encuentran el citado plan PIVE, «un clima de mayor confianza económica en España, una mejor visión sobre las perspectivas de futuro por parte de las empresas que están renovando sus flotas y una mayor fluidez en la financiación», además del «incesante esfuerzo promocional que realizan marcas y concesionarios».
No cabe duda de que 2015 está siendo el mejor de los últimos años en Valladolid. Los 5.562 coches matriculados entre enero y agosto superan holgadamente los 4.644 de 2014, los 3.760 de 2013, los 3.916 de 2012 y los 4.476 de 2011. Además, el ritmo de crecimiento registrado en este periodo está en línea con el de Castilla y León (19 por ciento) y con el de España (19,3 por ciento).
Las referencias desde Anfac a la confianza de las empresas tienen su base en que se trata de un mercado importante para los fabricantes. Basta con señalar que de los 5.562 coches vendidos en Valladolid, 1.089 tuvieron este destino, frente a los 4.473 que fueron para particulares.
Las cifras también reflejan los esfuerzos que está haciendo la Administración y los propios fabricantes para primar la compra de vehículos menos contaminantes. De hecho, uno de los requisitos que tienen que cumplir los compradores para acogerse al plan PIVE es optar por un coche que no supere un determinado nivel de emisiones y entregar otro vehículo que tenga más de una década de antigüedad. Generalmente ese nivel de emisiones es de 160 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Pues bien, la venta de coches con emisiones entre cero y 120 g/km ha aumentado un 27,2 por ciento, y un 9,4 por ciento los que están entre los 121 y los 140. Por el contrario, ha descendido un 1,5 por ciento el tramo entre 141 y 159 y un 30,8 por ciento la venta de coches con emisiones de CO2 entre 160 y 199 g/km.
En lo que se refiere a las marcas, Renault sigue siendo la más vendida con mucha diferencia frente a las demás. De los 5.562 coches matriculados entre enero y agosto, 1.420 pertenecen a la marca del rombo. Por detrás están Volkswagen, con 348 unidades; Peugeot, con 335; Kia, con 299; y Dacia, que también pertenece al Grupo Renault, con 290.