Campus, un retraso de juzgado de guardia

Alfonso González Mozo
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El proyecto para levantar un Campus de la Justicia que unificase todas las sedes judiciales de Valladolid cumple once años · La falta de presupuesto y las divergencias políticas lo tienen varado

Como un viejo barco varado en una inhóspita playa del Mar del Norte, la Justicia vallisoletana lleva años abandonada a su suerte, sin remedios a una dispersión de sedes única en España. Valladolid tiene actualmente 38 juzgados, cuatro secciones en la Audiencia y dos salas del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Todo ello, repartido por diez sedes judiciales que hace que funcionarios, profesionales y ciudadanos tengan que soportar un peregrinaje diario que no solo le resta funcionalidad a uno de los pilares del Estado de Derecho como es la Administración de Justicia, sino también bastante dinero. En concreto, 1,4 millones de euros al año, sin contar lo que se gasta en taxis (o en buses, según anden las arcas) para llevar papeles de sede en sede. La solución a esta delirante situación pasa por la puesta en marcha de un Campus en el que se unifiquen todos los juzgados. Una receta que lleva once años sobre la mesa y que no acaba de cocinarse.

 

El último capítulo se ha vivido esta semana cuando han salido a la luz los informes del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y de Sacyl al respecto de la posibilidad, planteada por Manuel Saravia, de conseguir la cesión del terreno correspondiente al parking del viejo Hospital Río Hortega, con el objetivo de levantar allí un gran edificio judicial que, unido al del antiguo colegio El Salvador y a los actuales Palacio de Justicia y sede central de los Juzgados, conformar un auténtico Campus de la Justicia en el entorno de plaza de San Pablo.

 

Este avance, aún pendiente de concretarse y de que el Ministerio de Justicia -que, al fin y al cabo, es el que tendría que afrontar esta obra- dé su visto bueno, llega once años después de que el presidente de la Audiencia Provincial lanzase la idea al cielo de Valladolid.
 

 

LA IDEA INICIAL: TREBOLLE PIDE UN CAMPUS DURANTE LA APERTURA DEL CURSO JUDICIAL DE 2004


Fue un 15 de octubre de 2004. Un Feliciano Trebolle recién llegado a la Presidencia de la Audiencia de Valladolid abría una batalla en pos del Campus de la Justicia, una idea que había puesto sobre la mesa, unos años antes, el exjuez decano de la ciudad, Rodríguez Carretero. Trebolle iniciaba ya contactos con administraciones y partidos para impulsarlo, pero el magistrado va ya por su tercer mandato y sigue sin haber Campus. Él, con infinita paciencia, sigue dispuesto a pelear, negociar, dialogar, ceder, apretar...

 

DISPERSIÓN: DIEZ SEDES JUDICIALES EN UNA CIUDAD. VALLADOLID HACE  HISTORIA EN ESPAÑA

Trebolle abanderaba la lucha de la razón, la de los números. Valladolid necesitaba un Campus porque no podía soportar la dispersión que sufría. Y que sufre. En la actualidad son diez las sedes que hay.
 

 

ALQUILERES: EL MINISTERIO DE JUSTICIA PAGA 1,4 MILLONES AL AÑO EN LA RENTA DE LAS SEDES

Los números eran tozudos. Esa dispersión de sedes obligaba al Ministerio a reservar cada año una buena cantidad de dinero para el pago de alquileres. La cosa, once años después, no ha cambiado mucho. Se concentraron todos los juzgados civiles en un edificio (en alquiler) en Nicolás Salmerón, aunque la derrama anual sigue siendo obscena: 1,4 millones.
 

ONCE AÑOS: EL TIEMPO VA JUGANDO EN CONTRA DE UN PROYECTO DE ABSOLUTO CONSENSO

Lo que siempre ha tenido de su parte el Campus de la Justicia de Valladolid ha sido el consenso. La idea de Feliciano Trebolle no se ha topado con más oposición que la del dinero, fundamental, por otra parte. Todos -ministros, alcaldes, concejales...- apoyaron siempre la iniciativa del Campus, pero lo más cierto es que el tiempo pasa -ya son once años- y empieza a jugar en su contra. Y siempre está el riesgo de que se muera solo. Por inanición.


DINERO: LA CRISIS HA LASTRADO, AÑO TRAS AÑO, EL PRESUPUESTO PARA EL CAMPUS JUDICIAL

El dinero ha sido siempre el gran problema para el Campus de la Justicia, un proyecto que nunca ha logrado el respaldo económico, real, en Presupuestos Generales del Estado. Y sin dinero esto se va muriendo. Estaba ahí la promesa de que 2016 sería el gran año, pero el cambio de Gobierno municipal y el posterior cambio de criterio sobre la sede del Campus dejó ese compromiso en una incógnita. ¿Habría habido dinero?


¿GIRÓN O SAN PABLO? EL PP SE OLVIDÓ Y EL NUEVO EQUIPO DE GOBIERNO DE PSOE Y VTLP NO QUISO

El dinero iba a llegar, en forma de inyección millonaria, para poner en marcha las obras del Campus de la Justicia de Girón en 2016. Era lo que le habían dicho siempre en el Ministerio a Trebolle. Pero ese emplazamiento, una parcela de titularidad municipal que cedió el anterior equipo de Gobierno (PP) al Estado, no gustaba ni al nuevo alcalde, Óscar Puente (PSOE), ni a su edil de Urbanismo, Manuel Saravia (VTLP). Para colmo, León de la Riva y los suyos dejaron esa cesión sin finiquitar y, de repente, se abrió el debate al proponer el nuevo equipo de Gobierno que se retomase la idea del viejo colegio El Salvador para, de este modo, no despoblar de administraciones públicas el casco histórico. ¿Girón o San Pablo? Era la cuestión.

 

LOS POLÍTICOS: EL CAMPUS HA SERVIDO DE ARMA ARROJADIZA ENTRE PARTIDOS E INSTITUCIONES

Y en medio de ese debate siempre ha estado una clase política que, en muchas ocasiones, ha usado el Campus como arma arrojadiza. La situación es paradójica porque se está casi en el mismo punto en el que empezó todo. La primera gestión que hizo Trebolle en 2004 para la puesta en marcha de ese idílico Campus de la Justicia fue el poner en contacto a los dueños del antiguo colegio El Salvador con el Ministerio de Justicia para que se comprase el edificio y se montase, en el entorno de plaza San Pablo, un Campus judicial. Hoy, once años después, la clase política vuelve a esa idea que, otros políticos, hicieron desechar a Trebolle.

 

CINCO MINISTROS: LÓPEZ AGUILAR, BERMEJO, CAAMAÑO, RUiZ-GALLARDÓN Y RAFAEL CATALÁ

Y es que el proyecto del Campus va ya por el quinto ministro y ha ido vadeando de una orilla a otra del Pisuerga en función de los ministros (y del Gobierno) que estaban al mando. López Aguilar, Fernández Bermejo, Caamaño, Ruiz-Gallardón y Catalá. Unos ni lo hicieron caso; otros sí, pero no pusieron dinero; incluso hubo uno que rechazó de plano lo de comprar El Salvador y se dijo que se buscase un terreno público; y el actual, que lleva varios meses estudiando la propuesta lanzada por el equipo de Gobierno del PSOEy VTLP para unificar las diez sedes actuales en cuatro, todas en el entorno de San Pablo.


EXPROPIACIÓN: EL CAMPUS DE SAN PABLO PASA POR LA COMPRA O LA EXPROPIACIÓN DEL COLEGIO


El proyecto que ha impulsado el nuevo equipo de Gobierno tiene dos trabas importantes ya que el Ayuntamiento quiere poner en la mesa del Ministerio los terrenos del viejo colegio y del parking. Lo primero pasa por -tal como dijo el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia- la expropiación de ese antiguo colegio o por una compra que se antoja más improbable. Lo segundo, por una negociación con la administración propietaria del otrora hospital -INSS- y con la actual concesionaria -Sacyl-. Por lo que ha trascendido la pasada semana, parece que no habría mucho problema por ninguna de las dos. Pero aún falta dar bastantes pasos.
 

 

FUTURO: ¿QUÉ DIRÁ EL MINISTERIO DE JUSTICIA? ¿ACEPTARÁ LA PROPUESTA DE SARAVIA?

Porque todo pasa ya no solo por la cesión del terreno del parking del Hospital Río Hortega y por la obtención de El Salvador, sino también por hacer el pertinente cambio urbanístico. Y una vez que eso esté en la mano llegará un penúltimo paso, en Madrid... ¿Qué dirá el Ministerio de Justicia? Aceptará el cambio, dejando atrás un plan como el de Girón, que ya tenía hasta proyecto y diseño -el de la foto-? Manuel Saravia, el gran valedor del Campus de plaza San Pablo, siempre se ha mostrado optimista, pero habrá que verlo. Y, en menos de un año, el último paso, la gran prueba de fuego, cuando se sabrá si hay partida económica -de cierta entidad- en los Presupuestos de 2017. Porque sin dinero, el Campus de la Justicia continuará siendo un proyecto sin fecha y la ciudad de Valladolid seguirá soportando un retraso que ya es infame, obsceno y único en España... un retraso de juzgado de guardia.