El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid asegura que congelará los impuestos el próximo año, pero el Partido Popular les acusa de una «subida encubierta del IBI». Los populares presentaron ayer una moción para que «se deje sin efecto» la actualización en un 10% de los valores catastrales en la capital y que el Ayuntamiento reduzca el tipo de gravamen para reducir el recibo final en 2016.

El exconcejal de Hacienda, Alfredo Blanco, calificó de «puñalada a los ciudadanos que peor lo están pasando» la decisión de pedir esta revisión catastral. Según sus datos si el equipo de Gobierno «no la hubiera solicitado» los vallisoletanos se podrían «ahorrar» 6,3 millones de euros en 2016.

Un argumento que rechazó el actual concejal de Hacienda, Antonio Gato, que recordó al PP las «reiteradas» subidas de impuestos de los últimos años. Gato anunció que las ordenanzas fiscales, que se aprobarán en la Junta de Gobierno del próximo 9 de septiembre, congelarán los impuestos e incluirán la supresión de la tasa de basuras, que supondrá un «ahorro» de más de 10 millones de euros para los vallisoletanos.

En esa línea, Gato argumentó que el equipo de Gobierno solicitó la revisión para «evitar» que los contribuyentes «paguen más en el futuro», ya que recordó que la última revisión en la capital es de hace 20 años.

Por su parte, María Sánchez, portavoz de VTLP y miembro del equipo de Gobierno, defendió que la revisión catastral no incidirá «mucho» en los recibos por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Sánchez apostó porque las ordenanzas fiscales «avancen en la progresividad» y apostó por introducir bonificaciones «temporales» para «compensar» este incremento derivado de la revisión. Así, explicó que se podrían aplicar distintos tipos de bonificaciones, según el valor catastral de las viviendas, y aseguró que la repercusión de la subida en las viviendas sin bonificación no «superará los 100 euros».

Unos argumentos que no convencieron al PP que lo calificó de «catastrazo a traición», algo que motivó la intervención del alcalde, Óscar Puente, que replicó que no hay «catastrazo pero sí basurazo», en alusión a la supresión del impuesto creado en 2013. Puente preguntó al PP sí apoyan esta decisión del equipo de Gobierno. Además, les acusó de «no tener memoria o de no tener vergüenza». «La hipocresía del PSOE no llega tan lejos», respondió a la acusación de que los socialistas subirían los impuestos aunque no lo habían comprometido en su programa electoral. «Bajar los impuestos es quitar la tasa de basura», sentenció.