Un punto que no quita el mal sabor de boca

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Roger, en la última jugada del descuento, empató tras empujar el rechace de un penalti parado por el portero del Lugo a disparo de Tiba

El Real Valladolid se alió con la fortuna para empatar este domingo sobre la bocina al C.D. Lugo, que se disponía a ganar de forma irremediable en Zorrilla tras haberse adelantado en el marcador en el minuto 69 por medio de Jesulu.

 

Cuando se avecinaba la derrota blanquivioleta para sembrar de más desazón el futuro del Pucela, al menos consiguió empatar tras una sucesión de carambolas: primero un penalti pueril del delantero caballero, que pasaba por el área vallisoletana para defender una falta central y que no se lo ocurrió otra cosa que meter la mano para parar un balón sin aparente peligro y después, tras marrar el penalti Tiba (José Juan paró el lanzamiento del portugués), Roger cazó el rechace y, a trancas y barrancas, empujó con el corazón el esférico, que entró llorando y con suspense al fondo de las llamas, informa la web del club.

 

El gol blanquivioleta fue una explosión de alivio en Zorrilla porque parecía un milagro que el Real Valladolid pudiera empatar a un C.D. Lugo que tras el gol no siguió con la marcha que había destrozado el entramado defensivo vallisoletano en cinco minutos de inspiración que acabaron con el gol visitante, y se encontró como castigo un tanto del empate salido de la nada.

 

En cuanto al partido, muy flojo,  el Real Valladolid no tuvo músculo en el centro del campo para quitar la pelota al C.D. Lugo, que tampoco arriesgó en exceso en las combinaciones. En ataque, Guzmán y Mojica apenas pudieron entrar por sus bandas y ahí acabaron las tímidas opciones vallisoletanas de crear algún peligro.

 

Solo cuando el Lugo, durante cinco minutos, salió de su ritmo monotemático y desarboló por completo el entramado defensivo, el equipo gallego generó tres ocasiones de gol clarísimas consecutivas y a la tercera Joselu consiguió el tanto.

 

El próximo partido del Real Valladolid se disputará en Vitoria el próximo domingo, a partir de las 12 horas, donde le espera un calvario ante el Deportivo Alavés, un equipo que lleva cinco jornadas sin ganar en Mendizorroza y que quiere zanjar la racha ante el Pucela para seguir en puesto de ascenso directo.