El exconcejal Luis Antonio Gómez Iglesias toma posesión como tercer subdelegado de la legislatura

Redacción
-

En la jura, calificó de «fundamental» que los ciudadanos confíen en las administraciones públicas · Aseguró que tratará de ayudar a desempleados y víctimas de violencia de género

El nuevo subdelegado del Gobierno en Valladolid, Luis Antonio Gómez Iglesias, -el tercero que ocupa el cargo en esta legislatura- tomó ayer posesión con un discurso en el que el exedil del Ayuntamiento de Valladolid no dudó en calificar de «fundamental» que la ciudadanía confíe en las administraciones y en la profesionalidad y el «buen hacer» de sus trabajadores que están volcados en dar un servicio de calidad, a la vez de ser cada vez más cercanos. En ese sentido, ofreció la «máxima» colaboración institucional con la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Valladolid, la Diputación Provincial y los municipios.

En presencia de la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, Gómez Iglesias recordó que desde su ingreso en la función pública -es veterinario de la Junta- en 1988 su único propósito ha sido servir a los ciudadanos y que con su entrada en política en 1999 -como alcalde de su pueblo Torrescárcela- solo ha buscado trabajar para mejorar las condiciones de vida de las personas. «La política solo se entiende como la vocación de servicio público a los demás y hoy comprometo mi palabra en esforzarme cada día en ser digno de ejercer este servicio y que la ejemplaridad institucional esté siempre presente en mi trabajo», informó Ical.

Precisamente, Salgueiro alabó la trayectoria profesional y política del subdelegado, en concreto su faceta como alcalde de un pueblo pequeño y concejal de Valladolid, que le aportará experiencia en el conocimiento de las necesidades de los vallisoletanos y de la provincia. La delegada aprovechó ese momento para «rendir un homenaje» a los alcaldes y concejales de pueblos pequeños que solo se mueven por mejorar su localidad y la calidad de vida de sus vecinos con una labor «callada, silenciosa y muy encomiable», a los que Gómez Iglesias debe «tender la mano amiga». Destacó su personalidad, llaneza y experiencia que serán claves para ejercer un cargo con transparencia y accesibilidad.