Las empresas vallisoletanas certifican un impulso inversor

Ó. Fraile-M. Rodríguez
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Un estudio de mercado revela que el 23 por ciento contempla proyectos de ampliación que quiere ejecutar, en la mayoría de los casos, antes de dos años

Las empresas vallisoletanas certifican un impulso inversor - Foto: Jonathan Tajes

Las empresas de Valladolid comienzan, muy poco a poco, a quitarse el lastre de una crisis que ha dejado un reguero de cierres y despidos por el camino. Si hace siete años era prácticamente un milagro encontrar negocios que pusiesen en marcha proyectos de ampliación, en los últimos dos ejercicios la tendencia parece estar cambiando. El Ayuntamiento es consciente de la importancia de fortalecer el tejido empresarial de la ciudad, y por eso ha puesto en marcha iniciativas como el Plan Consolida junto a la Cámara de Comercio y la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) para ayudar a las empresas que tienen margen de crecimiento. El propio alcalde, Óscar Puente, junto al concejal de Hacienda, Antonio Gato, y la presidenta de la CVE, Ángela de Miguel, estuvo hace algo más de un semana en Madrid, en la cumbre Invest in Cities, para ‘vender’ Valladolid como ciudad ideal para desarrollar nuevos proyectos por su «entorno administrativo amable», por ser una capital «volcada con la actividad empresarial» y por su «celeridad» en los trámites administrativos, entre otras cosas.

Más allá de la influencia que tenga este mensaje, lo cierto es que ya hay buen número de empresas con proyectos de expansión sobre la mesa. Concretamente, un 23 por ciento de la provincia, según un estudio de mercado vinculado al Parque Agroalimentario al que ha tenido acceso este periódico. Además, este documento sostiene que del 77 por ciento de empresas que manifiestan no tener previstos proyectos de expansión, «algunas han afirmado que están creciendo, pero en instalaciones que habían desarrollado antes de la crisis». Es decir, están aprovechando el «exceso de capacidad» que tenían en sus empresas. Por otro lado, el documento refleja que el plazo para el desarrollo de estos proyectos es inferior a dos años «y las necesidades se reparten de una forma bastante equitativa entre naves industriales ya construidas y terrenos».

Algunas de las empresas que forman parte de este listado, pertenecientes a sectores muy variados, son Cocope, Ecla, General Driver Motor, Grúas Valladolid, Hidrobomba, Miguel Vergara, Saeta Die Casting, Tonelería Burgos, Transportes de Vehículos Boada y Zener.

Hay otros proyectos que son públicos porque las propias compañías se han encargado de anunciarlos. Por ejemplo, hace unas semanas la compañía Madison, dedicada a servicios comerciales anunció que ha comprado el centro de ocio Parquesol Plaza para trasladar allí a los mil trabajadores que actualmente están en la calle Juan García Hortelano. En los casi 20.000 metros cuadrados de estas instalaciones, 8.000 de ellos de aparcamiento, tiene pensado ofrecer «servicios de deporte y salud», aunque desde la empresa rehuyeron dar más detalles porque el proyecto «todavía está en desarrollo».

Buena parte de estos proyectos están en la provincia. Por ejemplo, el de AyB Hislabor, en Tordesillas. Se trata de un grupo con más de 25 años de experiencia en el sector de la mercería y las fornituras para la moda que prevé construir una nueva nave junto a la que ya tiene en el kilómetro 148 de la autovía A-62. El Ayuntamiento de Tordesillas dio el visto bueno al proyecto y un juez hizo lo propio después de una denuncia presentada por una bodega por el cambio de uso de suelo, pero todo sigue pendiente de la resolución del recurso. Hislabor inició este proyecto al hacerse con 1.300 máquinas, la mayor parte de ellas trenzadoras, de una firma de Girona que entró en concurso de acreedores. Todas ellas están guardadas para ponerlas en funcionamiento en la futura nave, de unos 25.000 metros cuadrados, y que dará trabajo, si se cumplen las mejores previsiones, a 50 personas de forma gradual.

Esta misma semana el director general de Lesaffre Ibérica, fabricante de levaduras y aditivos para panificación, anunció la puesta en marcha del proyecto para crear entre 2019 y 2020 un centro de I+D+i para desarrollar su planta de levadura para panificadoras en Valladolid. También avanzó que a principios de 2019 pondrán en marcha una nueva línea de producción de masas madre para el sector de panadería.

diferentes sectores. Una buena noticia para el tejido empresarial es que estas ampliaciones se están produciendo en sectores muy variados. Por supuesto, entre ellos están dos de los más importantes para la provincia: el vino y la industria auxiliar del automóvil. Un ejemplo del primero es Bodegas Hermanos del Villar, situada en Rueda, que invertirá 3,5 millones en una nueva bodega en las afueras del pueblo dado que en sus instalaciones actuales, situadas en el centro de Rueda, ya no tenía capacidad de crecimiento. Esta empresa también es un ejemplo de la importancia que tiene la ayuda de las administraciones para impulsar estos proyectos. De los 3,5 millones que se invertirán en esta bodega, uno procede del Plan de Crecimiento Innovador de la Junta, gestionado por la sociedad de inversión Sodical. También se han beneficiado, o se van a beneficiar, de estas ayudas otras seis empresas de Valladolid: Telecyl, Mozo-Grau, RW Spain, Coinsoft 21, BMS Automotive Rioseco y Almacenes Javier. Esta última, ubicada en Aldeamayor y dedicada a la venta y distribución de artículos de regalo, utilizará esta financiación para ampliar su línea de negocio a artículos de alimentación, aunque también vinculados a los regalos. Por ejemplo, pastas y caramelos. Más a largo plazo tiene previsto hacer lo mismo con los cosméticos.

Entre las auxiliares del automóvil, una de las inversiones más importante de los últimos meses ha sido la de Lingotes Especiales, que ha estrenado una nave junto a su fábrica para trasladar allí toda la actividad de investigación, innovación y desarrollo (I+D+i). Según confirman desde la empresa, la inversión ha sido de 2,6 millones y allí trabajan 20 técnicos e ingenieros.

más reformas que aperturas. Los datos también demuestran que existe más dinamismo en los proyectos de ampliación que la apertura de empresas. Entre enero y septiembre de este año se han constituido en Valladolid 529 nuevas sociedades, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, frente a las 582 del periodo anterior. Hay que tener en cuenta que en 2017 ya se registró un descenso en la creación de sociedades, al pasar de las 774 de 2016 a 749. En lo que se refiere al cierre de empresas, 2018 va camino de convertirse en el quinto año consecutivo de descenso, tras las 353 de 2013 y las 327, 326, 313 y 282 de los ejercicios posteriores. En los nueve primeros meses de este año han cerrado 201, por las 204 del mismo periodo del año pasado.

Otro dato que demuestra el cambio de tendencia en las empresas es el de las ampliación de capital. Según los datos facilitados por la agencia de rating Axexor, las empresas vallisoletanas realizaron ampliaciones de capital entre enero y octubre por valor de 79,2 millones, un 20,3 por ciento más que el mismo periodo de 2017.