Los hechos, según han señalado fuentes cercanas al caso a Europa Press, se han desencadenado ayer cuando la menor ha comentado a unos vecinos que sus padres habían asfixiado al cánido, un mestizo de tamaño mediano que había sido adoptado, hace tres meses y que lo habían dejado en la cocina.

La organización Defavina han informado a las autoridades y una patrulla de la Guardia Civil se ha personado en la vivienda y han descubierto el cuerpo del animal.

El Seprona se ha hecho cargo de la investigación y será la necropsia realizada la que determine la causa exacta de la muerte del animal e instruirá las diligencias oportunas.

De momento, a la pareja se le ha retirado, de forma provisional, la custodia de la niña, de la que se ha hecho cargo una vecina hasta que la Fiscalía de Menores tome una decisión definitiva.

Defavina explica que el perro fue rescatado por la protectora a finales del 2017, cuando apenas contaba con tres meses, que recibió todos los cuidados y mimos por parte de la casa de acogida. En febrero de 2018 tras filtros, el cuestionario que marca el protocolo de la asociación así como entrevista personal (proceso obligatorio y registrado en cada una de nuestras adopciones) fue dado a la que creían que era la familia ideal; un matrimonio con una niña pequeña.

"Se les hizo el seguimiento que se hace a todas las adopciones y el cual en el contrato de adopción tiene que firmar la conformidad el adoptante, y además recibimos documentos gráficos de lo que parecía una buena adaptación a la familia", explican.  Pero aclaran que el pasado lunes les surgieron dudas sobre la situación del animal y trataron de ponerse en contacto con la familia, que no les atendió. "Defaniva pide respeto y que se piense en la menor. Por ello y con todo el dolor de nuestro corazón adjuntamos las fotos que nuestras voluntarias tuvieron que ver, para dar voz a Cooper y que su muerte no quede impugne. Esperemos que esta vez se haga justicia".