Dicen que una de las maniobras más arriesgadas cuando uno conduce un vehículo, ya sea bici, moto o automóvil es la de girar derrapando a gran velocidad sobre el mismo eje para cambiar totalmente el sentido de la marcha. Sólo los grandes especialistas son capaces de dar ese giro de 180º, sin sufrir el riesgo de volcar o acabar en la cuneta.
Estamos asistiendo como el actual equipo de gobierno municipal y de forma especial el grupo socialista, da un giro copernicano al proyecto de Ciudad de la Justicia. No podemos olvidar que fue un Ministro de un gobierno socialista el que desechó por caro y poco operativo el edificio del Colegio El Salvador. Tampoco podemos olvidar como un Secretario de Estado de un gobierno socialista presentó en la campaña electoral de 2011 y en sede local como gran avance e inversión para Valladolid, el proyecto actual ubicado en la parcela próxima al barrio Girón. En definitiva, un derrape con un cambio de sentido a la máxima velocidad, en menos de 100 días de gobierno municipal.
El proyecto de unificación de los juzgados en Valladolid está pensado para evitar una yincana a los ciudadanos al acudir a las distintas sedes judiciales de la ciudad, para promover una administración de Justicia más eficiente y con menos coste por el pago de alquileres. En definitiva pretende una mejora de un servicio público esencial. Y no me duele prendas el decirlo: quien lo diseñó fue un gobierno socialista. Pero es ahora un ayuntamiento socialista el que se lo quiere cargar.
El actual Ministerio de Justicia de un gobierno nacional del Partido Popular tiene el proyecto preparado y el dinero dispuesto para iniciar la inversión. Una inversión que, además de generar riqueza y empleo en Valladolid, añade atractivo a barrios de esta ciudad como Girón, Huerta del Rey y Villa de Prado. Trasladar servicios administrativos a otros lugares de la ciudad para equilibrarla.
Desde el grupo municipal Popular creemos que lo importante es la mejora de la administración de Justicia y el servicio que se dé a los ciudadanos. Nos gusta que la ciudad sea más homogénea en servicios y dotaciones, pero por principio no rechazamos que se revitalice y dinamice el centro urbano, como foro de encuentro, como lugar común. Con lo que no estamos de acuerdo es que un proyecto que ya esta definido después de un largo proceso de 10 años y sin más coste para los vecinos y vecinas de Valladolid, de repente se paralice para buscar soluciones que se descartaron por ineficientes, pero sobretodo por ser excesivamente caras. Más de 30 millones de euros solicitaron los propietarios del Colegio al Ministro Bermejo.
¿Cómo podemos definir a un gobierno municipal que destina 12.000 euros a la pobreza infantil como plan estrella y decide pagar casi 8.000.000 de euros, si no más, a unos particulares para comprar un edificio para las sedes judiciales que no le cuestan ni un euro a los vallisoletanos en otro lugar de la ciudad?
Considero que las vecinas y vecinos de Valladolid son gente inteligente y sabrán definirlo de manera atinada. La solución del Colegio El Salvador tiene coste para los ciudadanos, seguramente muy superior al estimado de 7,7 millones de euros en que se ha valorado el suelo. Eso supone una derrama de entre 300 y 400 euros por familia vallisoletana. ¿Cómo se sostiene que un gobierno municipal que tanto ha pregonado la pobreza en Valladolid en sus primeros días, a las primeras de cambio, solicita a esas familias de escasos recursos financiación para comprar un edificio que es claramente insuficiente?
En el grupo municipal Popular apoyamos la continuidad del proyecto de la Ciudad de la Justicia en los barrios Girón, Huerta del Rey y Villa de Prado. Pero también apoyaremos el proyecto si se realiza en otro lugar de Valladolid, si se quiere de forma específica en el centro. Sólo pondremos dos condiciones muy concretas: Primero, que por las dudas no se pierda un proyecto de inversión tan importante como este y segundo, que no le cueste ni un euro a mayores a los ciudadanos de Valladolid.