La «limpieza» de la fachada de la UVa arranca con un presupuesto de 248.237 euros

Ical
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El plazo de ejecución es de seis meses

Fachada de la Universidad de Valladolid. - Foto: El Día

La empresa Cabero Edificaciones iniciará mañana los trabajos de restauración de la fachada histórica de la Universidad de Valladolid, que se extenderán durante los próximos seis meses y contarán con un presupuesto de 248.237 euros. La actuación consistirá en una “limpieza” de la piedra y de los elementos iconográficos que adornan la fachada, que “no presenta ningún problema desde el punto de vista estructural”.

El rector de la UVa, Daniel Miguel San José; el vicerrector de Infraestructuras, Luis Manuel Navas; y el representante de la empresa, Félix Cabero, suscribieron a primera hora de la mañana de hoy, el acta de comprobación de replanteo para el arranque de las obras. San José destacó que con está obra se culmina un largo proceso de tramitación no exento de dificultades para actuar sobre este edifico histórico, que ya inició el anterior equipo de Gobierno de la UVa.

El rector destacó que han cumplido con todos los requisitos legales y definió la obra como “una actuación larga y de paciencia”. Insistió en que la fachada “no está en peligro” y se actuará solo en “problemas superficiales” que requerirán “mucha paciencia”, en un edificio de “cientos de años, que esperan que dure “muchos más”.

El arquitecto Juan Carlos Arnuncio, que se encargará de la dirección facultativa de las labores, explicó que el deterioro de la piedra de la fachada se ha producido por la presencia de aves, sobre todo palomas; la polución atmosférica; y otos agentes como las lluvias o las heladas y, en alguna medida, por intervenciones anteriores, en relación a la de los años 80, cuando las técnicas de intervención no estaban suficientemente desarrolladas.

El arquitecto indicó que los problemas se refieren a diversas patologías de la piedra, entre las que destacan los procesos de arenización, daños causados por microorganismos (líquenes); ataques de naturaleza química generados por los excrementos de aves; “costra negra” de la polución; presencia de sales; humedades de capilaridad provenientes del suelo; leves desprendimientos de piedra en zonas de escorrentías de agua y de reposiciones hechas hace tiempo con morteros inadecuados. “El guano es criminal porque quema la piedra”, dijo.

La intervención reparará estos desperfectos y para ello, dijo, se seguirán los protocolos aceptados por la comunidad científica, con análisis previos que determinarán la compatibilidad de determinados productos. Asimismo, se realizarán reposiciones compatibles con el tipo y las caracterísiticas de la piedra, se procederá a la limpieza general de la fachada y, a partir de los análisis se efectuará un patinado para la protección de la piedra y la valoración de los tonos conforme a las características de la fachada.

Este arquitecto también se mostró contrario a sustituir las estatuas que adornan la fachada, porque “están impecables”, con el problema añadido de su almacenamiento. “Después de 300 años han llegado hasta nosotros en buen estado y no existe ninguna razón para desmontarlas”, dijo.

Carlos Arnuncio comentó que la “complejidad” de la actuación reside en que cada patología detectada tiene sus propios tratamiento específicos, que no son homogéneos en la fachada, sino que se presentan irregularmente por toda ella y cada uno de ellos se aplicará a la zona deteriorada en la que sea necesario.

Por último, se abordará una serie de medidas para eliminar las causas de los diferentes deterioros, como sistemas antiaves, perfilado de aristas y goterones para la correcta circulación de agua de lluvia y formación de cámaras de ventilación en el subsuelo para la eliminación de humedades. Asimismo, se verificará el correcto estado de los balcones y de todos los elementos de la fachada. “Con los métodos actuales no hace falta actuar sobre la fachada cada 30 años, porque con un leve mantenimiento aguantará mucho más”, dijo.

Por su parte, el representante de la empresa adjudicataria, Félix Cabero, comentó que mañana iniciarán los trabajos de implantación de medios para la obra; para posteriormente iniciar ensayos y pruebas de los métodos a utilizar. Así, constató que “lo más difícil de la actuación es el proyecto”, porque una vez definido, es sencillo aplicar las técnicas de limpieza.

Cabero precisó que esta actuación generará una rotación de entre 15 y 20 trabajadores, a los que habría que sumar el empleo indirecto que impulsará en los talleres. “Somos afortunados por poder trabajar sobre el patrimonio histórico”, concluyó.