El equipo de Gobierno no piensa correr en el proceso de tramitación del proyecto de reforma (el ARU, Área de Recuperación Urbana) del polígono ‘29 de octubre’ del barrio de Pajarillos y por el que se prevé demoler 570 pisos de 95 bloques. Así respondieron ayer el alcalde y el concejal de Urbanismo ante las exigencias del Grupo Municipal Popular de actuar con «urgencia» en este asunto para «no poner en peligro la financiación conseguida por el anterior equipo de Gobierno, por importe de 5,2 millones de la Administración del Estado y de la Comunidad de los que ya se han ingresado más de 1,6 millones», tal como denunció el martes. Puente no entró tan al detalle con las cifras, pero sí dejó caer que «una cosa es lo que se dice y otra lo que hay en los papeles». Y Saravia se mostró sorprendido por la crítica del portavoz ‘popular’, que estuvo en la última reunión de VIVA y que, según el concejal de Urbanismo, «no utilizó en ningún momento la palabra urgente».
«Como ya hemos dicho, hay que reestudiar el proyecto», según apuntó Saravia. En el equipo de Gobierno no se tiene muy claro su viabilidad y el propio alcalde dejó muy claro que irán paso a paso. «Lo que no vamos a hacer es echar a nadie de su casa por poco más de 20.000 euros», afirmó Puente, quien mostró sus dudas sobre la viabilidad del proyecto, más allá de las subvenciones que puedan o no llegar para este ARU.
La financiación. El alcalde de la ciudad recordó, en este sentido, que el del ‘29 de octubre’ «es un proyecto con financiación mixta», que no solo depende de todas esas subvenciones que, según el PP, se podrían perder. «A ver de dónde nos sacamos un señor que ponga más de cuatro millones de euros (la cantidad necesaria solo para la primera fase del ARU), cuando hay suelos como el de Las Eras, que es de lo mejorcito que tenemos en la ciudad, que lleva 8 años a la venta y que no lo vendemos», reflexionó el regidor vallisoletano.
El Partido Popular ponía el martes el énfasis en que «cualquier retraso en el calendario previsto podría dar al traste con años de trabajo» del anterior equipo de Gobierno municipal. Recordaba, igualmente, que «la primera de las intervenciones consiste en demoler 174 viviendas y construir 80 nuevas para poder, realmente, regenerar el barrio, con la entrada futura de nuevos vecinos y con generación de locales comerciales que permitan dinamitar la zona». «La ejecución de estas obras debe cumplir con lo comprometido con el Estado y la Comunidad, el primero de los cuales es el del 31 de octubre de 2016 y la efectiva terminación de las obras para el 31 de diciembre de 2017», detalló Enríquez. «Para ello es necesario que se apruebe el proyecto edificatorio ya redactado y que se contraten las obras, previa aprobación y resolución de todas las alegaciones que todavía están pendientes».