Dos clanes de Las Viudas acaban a tiros por la custodia de un bebé

A. G. MOZO
-

Los padres son menores y a raíz de una presunta infidelidad de la chica, de los 'Píos', los Lázaro exigen al niño · Hubo una reunión con mediadores en un piso, tras la que se produjeron los disparos, y ayer otra en plena calle

Reunión de ayer por la tarde, en Juan Carlos I, entre miembros de los ‘Píos’, los Lázaro y varios mediadores gitanos. - Foto: El Día de Valladolid

Una reunión entre dos clanes de Las Viudas por las desavenencias derivadas de la guarda y custodia de un bebé terminó la noche del pasado domingo con un tiroteo que sacó a las calles de la barriada a decenas de vecinos de la zona. No hubo heridos, pero la Policía localizó hasta nueve casquillos de munición de escopeta por las inmediaciones, disparados, según informaron fuentes del caso a El Día de Valladolid, desde la casa en que acababa de concluir, sin éxito, la reunión entre integrantes de los ‘Píos’ -un clan que en diciembre de 2005 estuvo implicado en un triple homicidio en la calle Tajo- y los Lázaro.

Ocurrió unos minutos después de las once de la noche, tras una larga reunión, con presencia de mediadores gitanos, en un piso de la calle Segura, en el corazón del polígono de viviendas del Grupo Aramburu.

Ley del silencio. Hasta allí se desplazó una decena de patrullas de los cuerpos de Policía Nacional y Local, que, pese a que llegaron a identificar a nueve personas de ambas familias, no arrestaron a nadie «porque nadie sabía quien había efectuado los disparos». Es más, ni tan siquiera se pudieron localizar las escopetas -al parecer, escopetas- que se utilizaron para los disparos. «Ley del silencio, ley gitana», explicaron escuetamente diversas fuentes policiales a este periódico.

Los agentes desplazados a Las Viudas se encontraron con unos treinta miembros de los ‘Píos’ y cien de los Lázaro en plena calle, además de numerosos vecinos de las inmediaciones que salieron al escuchar los disparos y las sirenas de los coches-patrulla.

¿Una infidelidad? El origen de este desencuentro entre los dos clanes parece estar, tal como ha podido saber este periódico, en las desavenencias derivadas de la intención de los Lázaro de tratar de hacerse con la custodia de un bebé que uno de sus miembros, menor de edad, ha tenido con una chica del clan de los ‘Píos’, que también es menor de edad y que, al parecer, le habría sido infiel al padre de su hijo.

Patrullas de Policía en la avenida de Segovia.Patrullas de Policía en la avenida de Segovia. - Foto: Raúl Crespo

Por esta situación, desde el clan de los Lázaro se había pedido la mediación de los arregladores y los patriarcas para, «en aplicación de la ley gitana, retirar la guarda y custodia del bebé a la chica, en castigo por su infidelidad», según explicaron ayer estas mismas fuentes.Se da la circunstancia de que el clan de los ‘Píos’ es conocido en la ciudad por su implicación en otro tiroteo en Las Viudas en el que murieron tres personas. Ocurrió en el mes de diciembre de 2005.

La reunión, celebrada durante toda la tarde en un piso de la calle Segura terminó sobre las once de la noche sin un acuerdo y con «tensión». Mucha más cuando los moradores de la vivienda -aún se desconoce qué clan fue el que ejerció de anfitrión- optaron por disparar a la otra familia desde las ventanas. Al parecer, los agresores utilizaron más de un arma y se recogieron nueve casquillos de escopeta, sin que, eso sí, llegara a aparecer ningún arma.

Otra reunión en la calle. Los contactos entre estos dos clanes se retomaron por la tarde, a las cuatro, primero en una de las plazas del Grupo Aramburu, y, después, en la zona de paseo y bancos que hay en el paseo de Juan Carlos I, en plena calle, junto al Parque Municipal de Bomberos de Canterac y el centro de salud de Las Delicias. Y todo, bajo la atenta mirada de varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía, que mantuvo un dispositivo de vigilancia preventivo en la zona desde la madrugada.

Patrullas de Policía en la avenida de Segovia, con decenas de personas en las calles de Las Viudas.
Patrullas de Policía en la avenida de Segovia, con decenas de personas en las calles de Las Viudas. - Foto: Raúl Crespo

Las gestiones de arregladores y patriarcas se prolongaron hasta la noche sin que, al parecer, se consiguiera llegar a un acuerdo, tal como pudo saber este diario en fuentes cercanas al caso. «Esto se va a poner muy mal», llegó a confesar uno de los mediadores gitanos.