Los tres bomberos fueron detenidos en 2016 por la Guardia Costera Griega cuando desempeñaban tareas de rescate de refugiados como voluntarios de la ONG Proem-AID. A la salida, los bomberos han declarado que esta sentencia es un "espaldarazo" al rescate de refugiados en el mar. "Está claro que salvar vidas no es un delito, lo ha dicho ahora mismo una jueza, eso tiene muchas más implicaciones además de nuestra libertad, es un espaldarazo para decir que cuando se salvan vidas no es un delito", ha enfatizado Manuel Blanco, uno de los procesados