«España sigue negando una trama de robo de bebés"

Carmen Ansótegui (SPC)
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La presidenta del Observatorio de las Desapariciones Forzadas de Menores, Neus Roig pasó años buscando pruebas que el robo de bebés en España fue un negocio protegido. En 'No llores que vas a ser feliz', destapa la conspiración del silencio

En un duro varapalo para las víctimas, esta misma semana la Audiencia Provincial de Madrid absolvió al doctor Eduardo Vela de los delitos de detención ilegal, suposición del parto y falsedad documental en relación al robo de la bebé Inés Madrigal en1969. Aunque los magistrados le consideran responsable de los citados delitos, lo absolvieron al entender que están prescritos.  Vela fue director de la clínica San Ramón, considerada el epicentro del entramado del presunto tráfico de niños. La escritora Neus Roig lleva años investigando 476 casos bajo sospecha y ahora saca a la luz sus hallazgos en el  libro No llores que vas a ser feliz.

 

El libro es un resumen de los casi 500 casos de robos de bebés que estudió para su tesis pero son muchos más los afectados. ¿Se sabe cuál es la magnitud de este entramado?
El juez Garzón ya cuantificó que fueron 30.000 los bebés que el régimen militar arrebató a familias republicanas o izquierdistas entre el año 1938 y 1952. Desde entonces y hasta 1996, se cree que fueron en total unos 300.000 niños. Estamos ante un tráfico de personas y un delito de lesa humanidad que se ha mantenido en España casi 50 años.

 

Denuncia que el robo de bebés es una cuenta que España tiene todavía pendiente ¿por qué cree que no se llega a destapar esta trama?
Se han interpuesto 3.000 denuncias tanto de niños a los que se les alteró la identidad como de madres cuyos bebés hicieron desaparecer y la totalidad están archivados tras la sentencia de esta semana que absuelve al doctor Vela al entender que los delitos están prescritos. España sigue negando lo que pasó y sigue sin pedir perdón, mientras que un país como Argentina lo ha reconocido. A lo mejor nos pensamos que porque tenemos una democracia de 40 años ya es madura y realmente no es así.

 

El robo de bebés empezó por motivos ideológicos pero pronto se transformó en un negocio…
España ha mantenido el robo de bebés durante distintas etapas aunque el modelo ha ido cambiando y también el perfil de la víctima. Comenzó durante la Guerra Civil como forma de represión a las presas republicanas, y luego para castigar a las que se salían del redil y podían, por ejemplo, quedar embarazas sin estar casadas. Ya a principios de los años 60 desemboca en un negocio lucrativo.

 

¿Cómo llega a convertirse este hecho en un negocio?
Crearon instituciones para impedir que la mujer cayera en pecado al tener relaciones sexuales fuera del matrimonio o siendo soltera. Ahí es cuando empiezan a tener una producción de niños que tienen que colocar y empiezan a trapichear con familias que no podían tener hijos. Registraban el bebé de una madre como hijo de otra hasta que llega un momento que tienen más demanda que producción y es cuando deciden hacer negocio. Si tenían a una madre ingresada fingiendo un embarazo, necesitaban una criatura y lo que hacían era comunicarle a alguna madre que acababa de tener a su hijo que su bebé había muerto.
 

Precisamente hay una carta que ha llegado a sus manos con la que supuestamente las madres biológicas se despedían de sus bebés, ¿qué ha descubierto sobre ella?
La primera vez que llega esa carta a mis manos la leí y me di cuenta de que no la había escrito una madre. Se supone que la había redactado una mujer embarazada para despedirse del bebé al que iba a dar en adopción, pero en seguida entendí que no hay madre que pueda firmar una carta tan cruel a un hijo y menos si se acoge al parto anónimo. Vi que ponía fecha y puntos suspensivos y me hizo pensar que se trataba de una carta tipo. Investigando la maternidad de Peñagrande consulté a varios afectados si al preguntar les habían dado una carta y en un mes recibí hasta cuatro iguales. Lo que no sé es si la redactó una monja o si fue una madre realmente y después se fotocopió… Tampoco se sabe si las firmaron las madres o si falsificaron las rúbricas.

 

¿Por qué elegiste una de las frases de esta carta como título del libro?
Es una alegoría, de una carta triste sale un título que es un canto de esperanza. El mensaje que mando es: no llores que vas a encontrar la verdad. 

 

Uno de los últimos capítulos lo dedica a la reparación de las víctimas, ¿cómo se puede arreglar el daño que hacen a quien le cambien de familia o le quitan a un hijo?
La reparación pasa por abrir archivos, entregar documentos y hacer una mediación para que las familias afectadas se puedan reencontrar y conciliar. Yo tengo mucha esperanza en este momento porque el nuevo director de memoria democrática es Fernando Martínez López, catedrático de historia contemporánea en la Universidad de Almería y el director de mi tesis. Por lo tanto, lo mismo que sé yo de niños robados lo sabe él y confío en que, desde su posición, tome medidas.