Los arrestados habían constituido una extensa red de contactos entre usuarios de pedofilia por lo que no se descartan nuevas detenciones. La investigación se inició cuando los agentes recibieron informaciones, a través de los canales de cooperación internacional y por parte de la propia plataforma de internet, de la existencia de un grupo de personas que estarían intercambiando pornografía infantil a través de un videochat. Tras las primeras gestiones, los investigadores localizaron a los investigados en distintas provincias como Valladolid, Salamanca, Cádiz, Badajoz, Granada, Melilla y Madrid por lo que realizaron las gestiones tendentes a su identificación.El arrestado de Valladolid estaba especializado en la descarga y distribución de pornografía infantil de niñas entre 5 y 10 años de edad. En su declaración manifestó que le habían enviado por error los archivos, aunque se encontraron pruebas en el análisis forense de la distribución del material a otros investigados.