De izquierda a derecha. De constitucionalistas a independentistas. Solo Podemos, socio en la sombra del PSOE para sostener el Gobierno, y un conciliador PNV, evitaron ayer arremeter contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en su comparecencia en el Congreso tuvo que escuchar gruesas palabras de casi todas las bancadas del Hemiciclo que, además, le exigieron el adelanto de las elecciones para dar por concluida una legislatura «que ya está muerta», según se oyó en varias ocasiones en la Cámara. A pesar de las críticas, el mandatario socialista se mantuvo en su línea de defensa del trabajo de su Gabinete y alejó el fantasma de las urnas al asegurar que «aún queda mucho por hacer».
El más duro, como corresponde por su papel de líder de la oposición, fue el popular Pablo Casado, que culpó al Ejecutivo de ser cómplice «por inacción» de la situación en Cataluña. «Aterrice. Esto ya no da más de sí. O aplica el 155 cuanto antes o convoca elecciones como prometió en la moción de censura que ya pondremos orden allí nosotros», remarcó en una intervención sin papeles que levantó a los suyos.
«Baje del avión y pise la Cataluña real para ver lo que sufrimos los catalanes constitucionalistas», le espetó, por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien también pidió la celebración de los comicios «lo antes posible»: «Ponga las urnas antes de que sea demasiado tarde para el país o incluso para su partido. No tenga miedo a los españoles»
Aunque Rivera acusó a Sánchez de mantenerse en Moncloa gracias a los independentistas, ERC y PDeCAT también cargaron duramente contra el jefe del Ejecutivo. Según los republicanos, el varapalo que ha recibido el PSOE en las elecciones andaluzas ha provocado que el presidente del Gabinete endurezca su tono en Cataluña. «Quiere utilizar este asunto como impulso en las urnas», señaló Tardá. En la misma línea, el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, denunció que Sánchez se está alineando «con el PSOE antiguo, el de Susana Díaz y Joaquín Leguina», por lo que le reclamó volver al espíritu de la moción de censura de mayo, apostando por reconocer las demandas de Cataluña.
Ante el torrente de críticas, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, pidió al presidente que no ceda ante las «presiones» de los que le están llamando a «incendiar Cataluña» con la aplicación del artículo 155 y siente a su Ejecutivo a hablar con la Generalitat para rebajar la tensión.
contundente. «No es tiempo de elecciones. Quedan muchas cosas por hacer tras siete años de muchos destrozos del PP». Así de contundente se mostró Sánchez en su respuesta a los que le exigieron en el Congreso el adelanto de los comicios. En cuanto a Cataluña, el socialista, enendureció su tono contra el independentismo, garantizó que será «firme y contundente» si los secesionistas y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, incumplen la ley tras sus «mentiras», pero aclaró que en este momento no ve razones para aplicar el 155.