Casi cinco años y medio después de la inauguración de la línea de AVE entre Madrid y la estación Campo Grande, Valladolid mira ahora al norte con la esperanza de ver concluidas en los próximos años sus conexiones de alta velocidad. Se trata de un requisito imprescindible para convertir a la provincia en la capital del noroeste del país.
Son tres los corredores que en los próximos años permitirán unir a Valladolid vía alta velocidad con Galicia, País Vasco y Asturias. Todos llegarán con retraso respecto a los plazos que se habían marcado en un principio, ya sea por las reducciones presupuestarias o por los problemas técnicos.
En el primero de estos tres casos, el de Galicia, las obras entre Olmedo y Zamora están finalizadas casi por completo, solo a la espera de rematar los 2,9 kilómetros de la estación zamorana y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) trabaja en las obras entre Zamora y Orense (con algunos tramos ya finalizados), que permitirían beneficiarse del enlace entre Orense y La Coruña, en servicio desde 2011.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, dijo a finales del año pasado que el Gobierno llevaría el AVE a Galicia en 2018, tres años más tarde de lo fijado por el anterior ministro, José Blanco. De momento, los 95 kilómetros de vía entre Olmedo y Zamora, pasando por Pozal de Gallinas, Villaverde de Medina, Villafranca de Duero y Coreses, están listos, aunque todavía está pendiente la remodelación del edificio de la estación de Zamora, que se ha planteado en dos fases. Cabe recordar que Adif también tiene pendiente la construcción de una nueva estación en Medina del Campo con un presupuesto de 13,4 millones, pero el proyecto podría reconsiderarse por un plan de racionalización de Fomento. A los 95 kilómetros que ya están listos hay que sumar los 129 pendientes entre Zamora y Lubián y los otros cien hasta Orense, aunque es cierto que hay algunos tramos finalizados. El coste estimado de esta línea, que permitirá una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora, es de 6.039 millones.
Otro de los grandes proyectos es el AVE a Vitoria. Esta línea de alta velocidad partirá de Valladolid y su trazado se desarrollará por Venta de Baños (Palencia) – Palencia – Burgos – Vitoria y la frontera con Francia. El coste estimado por Adif es de 2.318 millones y se ha diseñado para que los trenes puedan alcanzar una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora.
El recorrido entre Venta de Baños, Torquemada, Quintana del Puente, Villorodrigo, Villazopeque y Estépar está finalizado, pero parece que los problemas técnicos del tramo de 11,5 kilómetros restantes hasta la Variante Ferroviaria de Burgos impedirán cumplir los plazos previstos, que marcaban el año 2015 como fecha de final de obras. Los 15 subtramos entre Burgos y Vitoria (90,8 kilómetros) todavía están en fase de redacción de proyecto. Además, hay que tener en cuenta que la Y vasca, que permitirá unir las tres provincias de esa comunidad autónoma, no estará lista hasta 2018, tras en nuevo retraso de dos años que admitió recientemente el Gobierno vasco.
El tramo más avanzado es el que unirá Valladolid con León mediante la alta velocidad. De casi 160 kilómetros, ya están listos 134, los que unen en norte de Valladolid con Venta de Baños y Palencia con León. Sigue en obras el nudo de Venta de Baños en su conexión Valladolid-Palencia-León (16 kilómetros) y otros 9,5 kilómetros entre Venta de Baños y Palencia. La llegada del AVE a León estaba prevista para el año pasado, pero no se producirá hasta 2014, según anunció recientemente el diputado del PP por esa provincia, Alfredo Prada.
También ha sufrido retraso la Variante de Pajares, que permitirá el enlace con Asturias. Aunque estaba previsto que estos 50 kilómetros estuvieran listos el año pasado, no será hasta 2014 cuando se termine la obra, tal y como confirmó recientemente Ana Pastor.