El comisario Pablo Martínez, esposo de Montserrat González y padre de Triana Martínez, en prisión por ser las presuntas autoras de la muerte de la presidenta de la Diputación de León y del PP provincial, Isabel Carrasco, declaró ayer ante la jueza que instruye el caso y aseguró que «no conocía nada de los planes» para acabar con la vida de la política, según informó Telecinco.

 

 La comparecencia del comisario duró apenas 20 minutos y en el transcurso de su intervención también restó importancia al hallazgo de una caja de balas en el domicilio de sus familiares, que -dijo- era munición en desuso de hace décadas y que pudo quedar traspapelada en alguno de las mudanzas que hicieron en distintos momentos. También comentó que escuchó a su hija, que le llamó por teléfono minutos después de la comisión del crimen y justo antes de ser detenida, decirle a los agentes que la localizaron a ella y a su madre «llamen a mi padre, que es comisario de Astorga».

 

En la jornada del viernes están previstas nuevas diligencias que incluyen las testificales de las tres imputadas en el crimen, Montserrat Gutiérrez, Triana Martínez y Raquel Gago. Las tres están citadas a las 10 horas en los Juzgados de León.

 

En este sentido, el letrado de Raquel, Fermín Gago, aseguró que «podría estar fuera de prisión por Navidad» y señaló que mantiene confianza en que «todo se solucione» y la instrucción del caso, que está ya en su fase final, «termine pronto». Además, explicó que «probablemente en breve» volverá a pedir la libertad de su defendida, pero eso no será hasta «conocer las últimas resoluciones» y dependerá «en función del resultado de las declaraciones». 

 

En cuanto al estado de ánimo de la agente de Policía Local, Guerrero ha dicho que «mantiene el espíritu alto», pero que «después de siete meses en prisión no se puede estar como el primer día».

Además, agregó que Raquel Gago esta «confiada en que todo saldrá bien» y espera que «estas fechas tan señaladas coincidan con su puesta en libertad».

 

Por último, el letrado ha presentado un informe elaborado por un profesional de la Universidad Complutense de Madrid con el que quiere dar una explicación al hecho de que la policía tardase 30 horas en comunicar que estuvo con Triana minutos después del asesinato de Carrasco y que localizó en su coche el arma homicida.