Macroeconomía o despoblación

P.A.
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El Partido Popular recurre a la mejora de las variables económicas para defender los presupuestos mientras el PSOE se agarra a la pérdida de población como prueba del fracaso de sus políticas

Antes de subir a la tribuna eran conscientes de que sus argumentos no servirían para convencer a su contrincante (dialéctico). Pero no por ello cejaron en su empeño. El último debate de presupuestos de la legislatura sirvió para ver a dos portavoces –uno titular, el popular Carlos Fernández Carriedo; y otro relegado a la tercera fila por en su grupo (el socialista Julio López)– blandir sus armas (dialécticas) con precisión.  Mientras el PSOE atacaba con el sable la despoblación, el PP se defendía con el florete de la recuperación económica. 
 
Especialmente efectivo en su discurso resultó Julio López. Sin un solo papel subió en su primer turno de palabra para defender las enmiendas al texto articulado. Dejó las grandes cifras macroeconómicas y los miles de millones de euros y se centró en el flanco débil de la Junta: la sangría demográfica. En lugar de poner en duda la recuperación económica se apoyó en los datos de población, con la pérdida de más de 10.000 habitantes en los seis primeros meses del año, de los cuales 4.000 se habían marchado fuera, como mejor prueba de que los resultados «nefastos» de las políticas del Partido Popular.  «Como si hubiéramos vuelto a 2005 pero con 52.000 jóvenes menos», insistió. 
 
Muy seguro y firme en su argumentación, en lugar de poner en duda los datos incontestables de reducción del desempleo o de la valoración de los servicios, los observó desde otro prisma. «Se ha creado empleo, pero de qué tipo», sostuvo tras insistir en que se destruye empleo estable por contratos temporales de días. 
«Los indicadores macroeconómicos son mejores que los de hace un año pero los castellanos y leoneses no están mejor», concluyó. Dentro de las propias enmiendas, López recordó que tres de cada cuatro propuestas para modificar el articulado presupuestario estaban dirigidas a mejorar el control sobre el gasto «para que los ciudadanos confíen más en la Junta».
 
Ese guante sí que lo cogió Fernández Carriedo y se lo devolvió  recordando a los socialistas que está sobre la mesa la ley de Transparencia y una propuesta de regeneración política. «Siéntense y trabajen por Castilla y León, que va a ser bueno para esta comunidad. Eso es lo que esperan los casi dos millones y medio de ciudadanos», concluyó. 
 
El portavoz popular fraguó su discurso sobre dos pilares: la recuperación de los indicadores económicos después de la larga crisis y en la calidad de los servicios que presta la Junta, avalada por organismos independientes. «Aunque mejora la situación seguimos en crisis por eso es imprescindible que el presupuesto haga hincapié ayudar a los ciudadanos que han quedado marcados por sus efectos», insistió. 
Fernández Carriedo destacó que los esfuerzos de los últimos años permitirán que «a partir del 1 de enero, los ciudadanos noten la reducción de impuestos, la bajada de los carburantes, menos pago por los intereses de la deuda que irá a la mejora de los servicios públicos, más inversión de la Junta o más fondos para las entidades locales».
 
El portavoz de Izquierda Unida, José María González, reprochó en cambio que el presupuesto que presenta la Junta comete lo que a su juicio son los mismos errores de los últimos cuatro año. «Son continuistas y repetitivos, en la línea de la legislatura tijera del Partido Popular», reiteró.