Obama luchará con Hollande

Agencias
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El presidente de EEUU insta a trabajar juntos para destruir al Estado Islámico, mantiene la cooperación con el país galo y cuestiona el papel de Rusia en la alianza contra el yihadismo

 
 
Parece que la maratoniana ronda de contactos emprendida por el presidente francés, François Hollande, con varios líderes mundiales está teniendo sus frutos. Y es que si el pasado lunes obtuvo el respaldo del primer ministro británico, David Cameron, en su ofensiva sobre Siria para combatir al Estado Islámico (EI), ayer, en su segundo encuentro, con el jefe del Ejecutivo de EEUU, Barack Obama, se saldó con otro triunfo.
En su cita en Washington, ambos mandatarios abogaron por una lucha «conjunta» para «destruir» a la milicia terrorista, al tiempo que instaron a Rusia a «redirigir sus objetivos» antes de una hipotética colaboración del Kremlin en la alianza internacional. De hecho, mañana Hollande se reunirá en Moscú con Vladimir Putin, con el que analizará una posible cooperación.
El dirigente galo reclamó una «respuesta conjunta» contra el EI para destruir al grupo militarmente «sin importar dónde estén». En la práctica, este mensaje se traducirá en una «escalada de bombardeos», tanto en relación a la cantidad de los ataques como a su «precisión».
Hollande, que citó la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU como «base clara» sobre la que actuar, subrayó que la «prioridad es recuperar los puntos clave tomados por el Estado Islámico en Siria», al tiempo que llamó a controlar la frontera con Turquía para «impedir el paso a terroristas» y a cortar sus fuentes de financiación.
Sin embargo, el socialista descartó el envío de tropas galas a Siria, como sí ha hecho Estados Unidos con el despliegue de un grupo de unos 50 efectivos de las Fuerzas Especiales. «Francia no intervendrá militarmente sobre el terreno», aseveró.
Obama, por su parte, aseguró que tras los atentados de París es momento de hacer más «juntos» para contener el terrorismo y reiteró que EEUU y la república europea mantendrán su «coordinación». Ambos países colaboran en la coalición internacional.
La colaboración, sin embargo, no se extiende a Rusia, que realiza sus propios bombardeos de la mano del régimen de Damasco. «El Kremlin podría ser más útil para detener al EI si cambia el enfoque de sus ataques», apuntó, si bien no rechazó de plano una posible alianza. Hollande tampoco lo descartó: «No queremos excluir a nadie».
 
En lo bueno y en lo malo. El inquilino de la Casa Blanca, además, afirmó que su país y Francia son amigos «en los buenos y en los malos tiempos» y reiteró la «solidaridad» del pueblo y el Gobierno norteamericano tras el 13-N. «Nuestro corazón también se rompió. Nos vimos a nosotros mismos», relató.
El presidente galo agradeció esas muestras de apoyo y afirmó que «si el 11-S, todos los franceses fueron estadounidenses, el 13 de noviembre todos los estadounidenses fueron franceses». «Al atacar a la república, los terroristas están atacando al mundo», indicó.
«Grupos como el Estado Islámico no pueden derrotarnos en el campo de batalla, por lo que intentan aterrorizarnos en casa», apostilló Obama, que abogó por «defender las libertades y los valores» por encima de una «ideología asesina» que hay que «derrotar».
En este sentido, defendió como «deber humanitario» la acogida de los refugiados «desesperados», a pesar de que la oposición republicana en el Congreso estadounidense le ha pedido en numerosas ocasiones que cancele el traslado de más de 10.000 sirios a EEUU. Sin embargo, apuntó que esta mano tendida no significa dejar de lado la seguridad, algo a lo que también se sumó Hollande: «Me niego a mezclar inmigrantes con terroristas».