La sonrisa de Alfaro

Manuel Belver
-

«Ojalá se haya agotado el cupo de lesiones desde que llegué aquí», señaló ayer el extremo onubense, contento con su regreso

Alejandro Alfaro está de vuelta. Otra vez. Vuelve a sonreír. A sentirse futbolista. Y sueña con no volver a caer lesionado: «Toquemos madera (...) Ojalá se haya agotado el cupo de lesiones desde que llegué aquí».

El extremo onubense no ha tenido suerte desde que 28 de agosto de 2014 fichó por el Real Valladolid, llamado a ser un futbolista importante. Se perdió casi toda esa primera campaña tras una dura entrada del bético Perquis a primeros de octubre. Pasó por el quirófano en noviembre, donde le fue practicada una artroscopia en su tobillo izquierdo; recayó porque no se le cerraba del todo la herida y de nuevo tuvo que ser operado en febrero -esta vez en Madrid-; en marzo se le colocó una escayola de yeso... hasta que en junio volvió a jugar.

Y en su segunda temporada tampoco la fortuna ha estado con él. Tras la pretemporada, unas molestias musculares le impidieron ir convocado el primer encuentro ante el Córdoba. Y a mediados de octubre tuvo que volver a parar, esta vez por una lesión muscular en el recto anterior del cuádriceps derecho. Una recaída le impidió volver a jugar hasta el pasado domingo. El extremo entró por Rodro en el minuto 61, jugando de delantero. Tuvo incluso una buena opción de marcar en un lanzamiento de falta, pero su chut salió fuera rozando el palo: «Hubiese sido la guinda, volver y ayudar con un gol. Estuvo cerca, esperemos que la próxima entre».

«Estoy contento por estar de vuelta, esperemos que sea la última y definitiva. Y que puede estar todas las semanas con el grupo. Personalmente estoy contento por la vuelta, aunque apenado por la derrota y por cómo se dio el partido», analizó sobre ese regreso tras otros dos meses parado: «Han sido bastantes y bastante tiempo, no estoy acostumbrado. Ojalá pueda estar toda la temporada y tener continuidad».

Alfaro, que reconoce que aunque ya ha olvidado las lesiones al principio «siempre tienes miedo a otras recaídas. Te planteas muchas cosas, con dudas e incertidumbres porque nunca me había pasado en toda mi carrera», no tiene problemas de posición en el campo: «Todo lo que sea jugar, me da igual de portero, siempre quiero jugar».

«Hay muchos jugadores válidos para todas las posiciones. Nosotros a entrenar y ponerle las cosas difíciles al míster y él decide quién juega y dónde juega. Yo estoy al servicio del equipo para jugar donde él lo crea», añadió sobre esa opción de que sea el sustituto de Rodri en la punta de ataque. «Dependiendo de las necesidades, el míster decide donde y cómo juega», concreta.

Con rabia por la derrota ante Osasuna -« la expulsión nos condicionó mucho pero creo que el equipo dio la cara, intentó rascar un punto y te vas con pena de no lograrlo», señaló-, piensa en Lugo y en todo lo que queda de Liga: «Tenemos que conseguir los tres puntos para volver a meternos. Esto es muy largo, la Segunda son muchos partidos y te da la oportunidad de reengancharte».