El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, manifestó su "sorpresa" por la actitud "tan prepotente" del grupo Lactalis ante la oferta de una empresa ajena al sector lácteo para comprar la fábrica de Lauki en Valladolid e iniciar un proceso de reconversión.

El primer edil recalcó que tanto el Ayuntamiento como la Junta de Castilla y León mantienen el trabajo para intentar "de la mano" que no se produzca el cierre de la fábrica sin posibilidad de compra, al tiempo que abogó por "agotar" esta vía.

Puente precisó que Lactalis "no se niega abiertamente" a la venta pero mantiene un actitud "nada colaboradora", ya que después de anunciar el cierre y posteriormente apuntar que estaban "abiertos" a la posibilidad de vender la fábrica, ahora que "hay una empresa con un plan de reconversión no ponen nada de su parte". "Nadie les puede obligar a vender, pero si hay solución alternativa la pregunta es a qué juegan", añadió el primer edil.

Por ello, consideró "no admisible" que la conclusión del proceso sea el cierre de la empresa, dejar sin trabajo a los 85 empleados, "sin actividad" y con "ese muerto en el medio de la ciudad", en referencia a la fábrica vacía.

El alcalde consideró que "todo tiene límite" y reconoció que Lactalis tiene el derecho sobre la propiedad, pero aseveró que "quieren disponer de la vida de las personas y quieren llevar las cosas a un extremo absolutamente intolerable".

En este sentido apuntó que habló con la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, con quien compartió información pues entiende que hay diferentes impresiones ya que este pasado miércoles los representantes de la Junta "decían que la reunión no había ido mal", mientras que al Ayuntamiento le llegó la negativa de Lactalis a vender la fábrica a la empresa interesada.

En definitiva, Puente apostó por "intentar que esto no se produzca" y agotar la posibilidad de compra por parte una empresa "que no va a competir" con el negocio de Lactalis. En el caso contrario, advirtió de que el Ayuntamiento hará "todo" lo que esté en su mano para que, "si finalmente se marchan, no se vayan de rositas".