Beber agua del grifo tiene todas las garantías en Valladolid. Eso es lo que se desprende de un informe publicado recientemente por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el que se analiza la calidad del agua del grifo en 62 municipios de España. Y, en general, los resultados son satisfactorios. El estudio se hizo en 50 capitales de provincia y en doce municipios más pequeños, «donde los sistemas de distribución y tratamiento suelen ser más precarios y la ley requiere menos controles». Pues bien, en el 89 por ciento de los casos el agua resultó ser buena o muy buena, dentro de un baremo en el que también se incluían las categorías de regular, mala y muy mala.

Valladolid está encuadrada en la categoría de ‘buena’ después de analizar todos los factores. El primero era la mineralización, es decir, el contenido de sodio, potasio, magnesio y otras sustancias que influyen en el sabor. En esta caso, Valladolid obtuvo un resultado ‘bueno’ en este aspecto.

Los resultados más discretos se dieron en el análisis de restos de metales (cobre, zinc, níquel, plomo, hierro, etcétera) y de trihalomentanos, el resultado de ciertas reacciones del cloro cuya alta concentración es «indeseable». En estos dos casos Valladolid no pasa de una calificación ‘aceptable’.

Además, el informe de la OCU destaca que beber agua del grifo es 150 veces más barato que consumir la embotellada. Además, el precio en Valladolid está por debajo de la media. La organización de consumidores hace un cálculo en base al consumo de un hogar con cuatro personas y con los precios vigentes en octubre de este año. Pues bien, en Valladolid el precio es de 227 euros anuales por cada 175 metros cúbicos, mientras que la media del estudio se sitúan en 291 euros.