La Audiencia de Valladolid continúa albergando desde este lunes los testimonios de presuntas víctimas de la propietaria de la agencia de Viajes Vibolid, de las que percibió más de 80.000 euros en concepto de vuelos y estancias que no llegó a gestionar, entre ellos el de un matrimonio que a punto estuvo de quedarse en tierra cuando a 19.000 kilómetros de distancia, en Filipinas, le esperaba un hijo que acababa de adoptar y al que se disponía a recoger. La clienta afectada, María del Carmen, vecina de Zaratán, ha protagonizado el momento más emotivo de la segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia vallisoletana cuando, en un esfuerzo por contener las lágrimas, ha recordado aún con angustia los prolegómenos del viaje que a primeros de agosto iba a efectuar con su marido hasta Filipinas para poner el broche así a cinco años de gestiones para lograr adoptar a un niño, en declaraciones recogidas por Europa Press.