El entorno de la plaza de Rafael Cano y la calle Salud cambiará por completo en unos meses. Las obras para construir el paso deprimido  en la plaza avanzan según los plazos previstos después de haber superado la fase crítica de encajar bajo las vías la nueva estructura que permitirá el paso de peatones y servicios de emergencia. Ya empiezan a ser visibles los trabajos para urbanizar la zona, con la colocación de los bancos de hormigón, aunque queda pendiente la construcción de las escaleras, las rampas y la iluminación para dejar enlazado el barrio con este nuevo paso. En principio está previsto que los trabajos estén finalizados a principios de años, pero se condiciona este plazo a las condiciones metereológicas durante estas semanas. Además, esta obra se completará con la urbanización de la calle Salud, que tendrá partida presupuestaria en los presupuestos municipales del próximo año, y el arreglo de la calle Nueva del Carmen, que ya tiene una partida presupuestaria en los de este ejercicio.

La idea de la Concejalía de Urbanismo es que este proyecto de integración de la vías sirva de «referencia» del tipo de actuaciones que se pretenden hacer a lo largo del corredor ferroviario que atraviesa la capital. «Se trata de hacer amable la convivencia entre el ferrocarril y el espacio urbano», apunta Manuel Saravia.

En este sentido, el paso deprimido bajo la plaza de Rafael Cano es la baza más importante del equipo de Gobierno para convencer a los críticos con el proyecto de integración de las vías que reemplazó al del soterramiento. «Cuando esté concluido el paso, con ambos lados urbanizados, superficies verdes y arbolado se verá un nuevo espacio. Es una solución amable», apunta Saravia.

Un argumento que trasladará el edil a la asociación de vecinos de Pilarica en la reunión que mantendrán el próximo lunes. Allí les explicará que el Ayuntamiento urbanizará la calle Salud, en dirección hacia San Isidro. Aunque la mayor demanda de este barrio es el arreglo de esta calle en dirección norte. De hecho han bautizado este tramo como la ‘acera de la vergüenza’ y se han manifestado en varias ocasiones para exigir al Ministerio de Fomento  la construcción de un corredor peatonal entre el nuevo paso peatonal y el túnel que está construyendo en la calle Andrómeda. 

Una petición que atenderá, inicialmente la Concejalía de Urbanismo, con una dotación presupuestaria en las cuentas que se están elaborando para el próximo año. Eso sí, se advierte de que la viabilidad de este proyecto depende d que Adif ceda al Consistorio vallisoletano una banda de terreno del corredor ferroviario para poder ampliar esta acera. Además, Saravia explicará a los vecinos que «no es una obra fácil ni barata» porque al margen de obtener este terreno, será necesario construir un talud para ampliar la zona del paso de peatones.

Consejo de administración. Este lunes también se reunirá el Consejo de Administración de la sociedad Valladolid Alta Velocidad. Entre otros temas, se aprobará la licitación del proyecto para la construcción de un nuevo paso con forma de ‘y’ entre la avenida de Segovia y la calle Labradores y Panaderos, con un ramal de conexión con la nueva terminal de viajeros. Además se aprobará la licitación de la redacción del proyecto de otros tres pasos en la zona Este y se abordarán los últimos trámites para los nuevos talleres de Renfe.