El problema de la seguridad estática

A.G.M.
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Los sindicatos policiales denuncian la «pérdida» de 90 agentes para la vigilancia en siete edificios oficiales, una situación que creen que se podría paliar dotando de personal a la Comisaría de Parquesol, que «se puso en marcha sin ampliar catálogo»

La plantilla real y efectiva de la Policía en Valladolid está bastante lejos de esos 741 que aparecen en las últimas estadísticas que se manejan. A la ‘pérdida’ casi diaria de los más de cien antidisturbios integrados en la VII UIP(Unidad de Intervención Policial) y que se mueven por todo el país, se une la peculiaridad de una ciudad en la que el CNP debe asumir la vigilancia de hasta siete edificios oficiales, cinco más que en León, por ejemplo.

Es la llamada seguridad estática y, según las cifras recabadas por El Día de Valladolid, ocupa a unos 90 agentes actualmente en la capital. Son los encargados de la vigilancia en la sede de las Cortes de Castilla y León y en la de la Delegación del Gobierno, lo que «entra dentro de lo normal, aunque siempre está en la mesa la posibilidad de que haya una parte de ese trabajo que pueda ser asumido exclusivamente por vigilantes privados, si bien es algo difícil porque se hace así en todas las ciudades», reflexionan fuentes sindicales. Pero es que no acaba ahí la cosa, ya que Valladolid cuenta con hasta cinco sedes policiales que deben ser custodiadas por miembros del CNP: comisarías de Las Eras (sin apenas actividad), San Pablo (oficina del DNI), Las Delicias (con un servicio tanto en puertas como en calabozos), la Jefatura Superior de Policía de Castilla y León y la comisaría de Parquesol.

Es en este centro policial, que se inauguró en marzo de 2011, donde confluyen el problema de la falta de efectivos para salir a patrullar y el de la seguridad estática.

«Desde el mismo día en que se puso en marcha, ya fue sin dotarlo de personal a través del Catálogo de Puestos de Trabajo (CPT), que es lo que se suele hacer siempre que se estrena una nueva comisaría, por lo que lo que se hizo aquí fue trasladar allí a agentes de la Comisaría Provincial, lo que acarrea una dispersión de funcionarios de la misma», explica el secretario del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Valladolid, José Robles. «Nosotros hace ya un tiempo que venimos reivindicado que se añada en el CPT este centro policial y que, por tanto, se le dote del personal necesario para que pueda tener un correcto funcionamiento, con lo que, además, se incrementaría la plantilla de Valladolid, puesto que se puso en marcha sin ampliar el CPT», añade.

La idea que pone sobre la mesa SUP podría llevar el catálogo desde los 889 efectivos actuales (ahí están también los 53 que corresponden a la Comisaría Local de Medina del Campo) hasta cerca del millar. Aunque todo dependería de que fuesen llegando más agentes a la ciudad y no con cuentagotas, tal como viene sucediendo: «Desde 2011 el número de vacantes se ha venido incrementando y seguirá subiendo en los próximos años, ya que la mayor parte de los nuevos agentes que salen de la Academia de Ávila van destinados a Madrid y Cataluña», denuncia el secretario regional de CEP(Confederación Española de Policía), Félix Ruiz, quien recuerda que «la reducción del número de agentes provoca una menor presencia en la calle».

Hay menos patrullas. Una situación de pérdida de efectivos en las patrullas de calle que también critican desde Jupol: «Donde más se acusa la falta de personal es en Seguridad Ciudadana y esto sí que repercute de manera directa en el vallisoletano, que cuenta con menos ‘zetas’ en la calle para dar seguridad y evitar robos», según apunta Víctor González, secretario provincial de una organización que  en sus siete meses de labor sindical ya ha visto como los afiliados llegan a 154 en Valladolid, cifras similares a CEP, aunque aún lejos aún de SUP, que es el sindicato mayoritario. «Se está creciendo y queremos ir a más, aunque no es fácil. Antes de verano se pidió una reunión a la delegada del Gobierno en Castilla y León y todavía no se nos ha contestado», censura González.

A pesar de todos los hándicap que se tienen en la Comisaría Provincial, Robles (SUP) destaca el trabajo que llevan a cabo los policías vallisoletanos, olvidándose del déficit existente en la plantilla: «Aquí la seguridad está garantizada. No por haber menos policías significa que se resienta, pero ello, eso debe quedar claro, es gracias al esfuerzo y dedicación de todos los policías de la ciudad, que, muchas veces, eso no se ve o no se percibe hasta que los ciudadanos lo necesitan; por ejemplo, el tiempo de respuesta ante una llamada de auxilio viene siendo de media unos tres o cuatro minutos», destaca el secretario de SUP en Valladolid, quien también pone de manifiesto que la falta de personal se traduce algunas veces en el día a día de los policías, que «alargan en muchas ocasiones su jornada de trabajo» y que se topan con problemas a la hora de «la concesión de ciertos permisos como de asuntos propios, por juicios o por compensación de horas de servicios producidos al final del turno y que provocan esas prolongaciones de jornada».