25 niños afectados por un brote de gastroenteritis en el viejo zoo de Matapozuelos

A.G. MOZO / R. GRIS
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Sanidad ha abierto una investigación · Siete menores y un monitor de Naturcampa tuvieron que ser evacuados a tres centros sanitarios

La granja-escuela está abierta en Matapozuelos desde el pasado 1 de mayo y ayer albergaba a unos 140 niños

25 de los 140 niños que estaban alojados ayer en Naturcampa, la granja-escuela puesta en marcha en las instalaciones del viejo zoo de Matapozuelos, fueron víctimas de un brote de gastroenteritis que acabó con siete de ellos, además de un monitor, evacuados a tres centros sanitarios de la provincia y dados de unas alta horas después. El resto, con síntomas leves, no necesitó ni su traslado.


Fuentes sanitarias y el propio alcalde de la localidad, Conrado Íscar, explicaron ayer a El Día de Valladolid que fue sobre las ocho de la mañana cuando se llamó al 112 ante el incremento de casos de gastroenteritis que, poco a poco, se habían ido detectando entre los niños durante la madrugada del miércoles al jueves. Finalmente, según confirmaron fuentes de la Consejería de Sanidad, se atendió a 26 personas (25 menores y un monitor), de los que ocho fueron al Comarcal de Medina, al centro de salud de Tordesillas y al Clínico.


Ante ello, el Servicio Territorial de Sanidad abrió ayer mismo ya una investigación para averiguar el origen del brote. Miembros del mismo acudieron a esta granja escuela para tomar muestras de la comida y la bebida y se prevé que los resultados de los análisis se conozcan el lunes. También, se ha citado a todos los monitores manipuladores de alimentos para someterles a distintos análisis y ver si alguno de ellos podría ser el causante del brote.

Esta instalación, llamada Naturcampa abrió sus puertas el pasado 1 de mayo en lo que fue, durante años, el zoológico de Matapozuelos. Se trata de una granja-escuela, con animales y en la que, además, de estancias diurnas, también se puede dormir para convivencias y campamentos de verano. De los en torno a 140 menores alojados a fecha de ayer, había grupos de la capital, varios pueblos de toda la provincia y Madrid.


El alcalde del municipio destacó que los niños comenzaron a vomitar en torno a las ocho de la mañana y que la llegada de las ambulancias y su paso por las calles de la localidad alertó «a todos los vecinos».


Por su parte, el propietario del parque infantil, Francisco Roselló, quiso restar importancia a lo sucedido y afirmó que «todos los menores menos uno» habían regresado ayer por la tarde de nuevo al campamento. «Los niños se han levantado y se encontraban mal, pero se ha descartado que sea por comida o bebida».