Los estudiantes de la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León, dependiente de la Junta a través de la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de CyL, pusieron ayer fin a su encierro de 53 días «con la esperanza» de que la Consejería de Educación «mantenga la calidad» educativa del centro, gracias a la cual se ha convertido en «el tercero de España tras Madrid y Barcelona».

Esa «calidad» pasa, a su juicio, por la contratación de profesores «con experiencia docente y currículum», así como «especializados en su materia», tal y como se ha hecho «hasta ahora» en el centro que dirige Carlos Marchena, tras la marcha de José Gabriel López Antuñano.

Javier Gómez, Carlos Jiménez, David Para y Álvaro Fernández, en representación de los 120 alumnos de la escuela, cuyos estudios no tienen carácter universitario, se mostraron satisfechos por el mantenimiento de la especialización de dirección así como por haber negociado con éxito una subida de tasas inferior a 200 euros, concretamente de 189, que se suma «a la de 400 euros» del presente curso. No obstante, matizaron que habrá que «esperar» a septiembre para comprobar si el departamento de Juan José Mateos mantiene «lo pactado».

Los cuatro alumnos criticaron la «imposibilidad» de conocer «con suficiente detalle» las cuentas de la entidad titular de la escuela, un punto que les hace «desconocer en primer lugar y dudar en segundo de las políticas de ahorro y eficiencia en la gestión», tal y como se asegura en el manifiesto leído durante el acto.

De igual manera, reclamaron una información «honesta, veraz, accesible, clara y suficiente» sobre el «estatus legal y la titulación impartida» en la Esadcyl.