La vallisoletana Ana Isabel Charle falleció el pasado lunes en el barrio del Bronx, en Nueva York, después de intentar escapar de una agresión sexual. La Policía ofreció ayer más información a los medios de comunicación estadounidenses. Según un portavoz del Cuerpo, el principal sospechoso, Spruill West, de 39 años, estaba esperando a Ana Isabel a la salida del centro para personas sin hogar donde trabajaba. Cuando la vallisoletana salió a la calle se subió al coche de West, si bien esas fuentes no especificaron si lo hizo de forma voluntaria o bajo amenazas. Una vez dentro, el presunto autor obligó a la joven de 36 años a pasar al asiento de atrás y a quitarse la ropa.

No obstante, Ana Isabel logró escapar y salió corriendo desnuda. Lejos de darse por vencido, el agresor comenzó a perseguirla, pese a que también estaba desnudo, y le disparó en tres ocasiones. Según informa el periódico Daily News, una de las balas acabó en el cuerpo, otra entró por la mejilla y la tercera impactó en la cabeza. Una vez consumado el asesinato, el autor volvió a su coche, se puso la ropa e intentó escapar, pero fue detenido poco después por la Policía y sorprendido con una pistola del calibre 40, el mismo de los casquillos que se encontraron en el lugar del suceso.

Los agentes hallaron a la vallisoletana tirada en la acera de la avenida Bullard, junto a la calle 237. El Centro Médico Montefiore donde fue trasladada solo pudo confirmar su muerte.

El principal sospechoso ya había pasado once años en prisión por intento de asesinato y asalto y estuvo alojado en el centro que Ana Isabel regentaba desde junio del año pasado a enero de 2015, cuando se fue por voluntad propia. Ahora se enfrenta a una acusación de asesinato en segundo grado y tenencia ilícita de armas. Pero podrían ser más cargos, si la autopsia confirma que se consumó la violación. Ana Isabel tenía dos hijas de 11 y 9 años y estaba separada. Nada más conocer el incidente, su padre y uno de sus tres hermanos se desplazaron desde Valladolid hasta Nueva York para hacerse cargo del cadáver. Fuentes cercanas a la familia confirmaron ayer a este periódico que todavía no les han informado de cuándo se va a poder trasladar el cuerpo a España.

En este sentido, el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jorge Llorente, señaló ayer que está en contacto con el Ministerio de Exteriores y que este departamento también mantienen hilo directo con la familia, la Policía y el estamento judicial de Nueva York.

Ana Isabel estudió en el colegio Santa Teresa de Jesús, situado en la calle Felipe II, hasta los 18 años. Posteriormente se trasladó a Salamanca para estudiar Psicología y después a Madrid a hacer un máster. De ahí viajó a Nueva York.

«Era una alumna muy participativa, despierta, que sacaba muy buenas notas y estaba muy concienciada con los temas sociales», aseguró ayer una de sus profesoras del colegio. «Fue mi alumna durante cuatro o cinco años y es una de esas personas de las que te acuerdas porque nunca pasaba desapercibida», agregó. Según esta docente, siempre se sentaba en la primera fila, era una «líder nata», estaba muy segura de sí misma y siempre sacaba unas notas envidiables. «Rechazaba el uniforme y era la encargada de canalizar todas las protestas cuando, por ejemplo, la clase quería cambiar la fecha de un examen», recuerda.

Ana Isabel era hija de un anestesista jubilado que trabajó en la sanidad pública y privada de Valladolid. Además, uno de sus hermanos regenta una floristería.