Las fotografías recogen la actividad tradicional y secular de mantenimiento de la cabaña de caballos que consiste en desparasitar a los animales, registrarlos y cortar sus crines. Las 22 instantáneas en color y blanco y negro que componen la muestra recogen, de forma cronológica, el desarrollo de esta tradición, desde la bajada de las yeguas, caballos y potros al curro (recinto), la espectacular lucha de los aloitadores y aloitadoras (los hombres y mujeres que rapan a los animales) con las bestias y, finalmente, la suelta y regreso al monte con las crines ya cortadas. La imagen emblema, cartel de la exposición, es el primer plano de un caballo relinchando, con sus dientes bien marcados, su suciedad, su esencia animal. Una hora estuvo pendiente Jolope de este instante.