En el año 2006 comprar un piso en el centro de Valladolid era un sueño al alcance de unos pocos. No es que ahora esté sea accesible al común de los mortales, pero la bajada generalizada de precios ha disparado el interés por vivir en esa privilegiada zona de la ciudad. Así lo asegura Fernando Sanz, gerente de Gestinmosa, una empresa que está integrada en Inmocyl, la primera red inmobiliaria de Castilla yLeón, junto a AGC, Dicampo, Don Sancho, Ker 2000 y Metro Inmobiliaria. Una unión que tiene como objetivo, entre otros, dar la posibilidad a los vendedores particulares de promocionar sus viviendas en varias plataformas al mismo tiempo. Eso sí, el hecho de que haya más demanda no implica que los propietarios de estas viviendas no tengan que bajar el precio para conseguir ‘colocarlas’. «Tienen que hacerlo, aunque a veces sea doloroso», explica. Y no todos están dispuestos a hacerlo, pese a que la filosofía del cliente ha cambiado de forma radical. «Antes se pagaba lo que no valía y ahora eso ha cambiado», continúa el gerente de Gestinmosa. En la misma línea se expresa Nuria Díez, de la inmobiliaria Di Campo. Ella también sostiene que hay más demanda en el centro, justo lo que pasaba hace unos años con el alfoz, y dice que la mayoría de las operaciones se hacen al contado, pese a que «empieza a haber financiación».

Eso sí, las condiciones de esa financiación siguen siendo infinitamente más ventajosas en las viviendas que son propiedad de las entidades financieras, hasta el punto de que las promotoras inmobiliarias difícilmente pueden hacer frente a esa competencia.