Un millar de personas -según fuentes de la Policía Nacional- se manifestó ayer por las calles de Valladolid en defensa del empleo y para rechazar el cierre de empresas y deslocalizaciones conocidas en las ultimas semanas, en particular las factorías de Lauki, Dulciora y Printolid, que fueron las protagonistas de la protesta. La misma partió al mediodía de la sede de la láctea y concluyó en la Plaza Mayor, donde se leyó un manifiesto en presencia de numerosos vallisoletanos y autoridades de la ciudad, la provincia y representantes sindicales.
Entre las pancartas que acompañaron la manifestación se podía leer ‘Lauki se queda en Valladolid’, ‘Por el empleo en la ciudad’ o ‘Lactalis sobráis, arruináis lo que compráis. No al cierre de Lauki en Valladolid’, que abría la manifestación, a la que acudieron el alcalde de la ciudad, Óscar Puente; el presidente de la Diputación, Jesús Julio García Carnero; el presidente del Grupo Municipal del PP, Antonio Martínez Bermejo; el secretario provincial del PSOE, Javier Izquierdo; el secretario general del PSCyL, Luis Tudanca, el diputado de Ciudadanos, Francisco Igea, y los líderes regionales de CCOO, Ángel Hernández, y de UGT, Faustino Temprano, entre otros.
Al término de la movilización, el regidor vallisoletano se mostró encantado de que la «ciudad se anime» con estas protestas y reiteró su petición de «esfuerzo a las empresas implicadas». En concreto, se refirió a Lauki, de la que dijo que en Francia cuenta con la obligación, por ley, de mantener el empleo. Por eso, pidió que traslade este hecho a su planta en Valladolid, «porque no lo está cumpliendo». «Sería importancia que en España tuviéramos una ley similar», sostuvo el primer edil, quien resaltó la coordinación existente entre el Consistorio y la Junta para «buscar un mismo objetivo». Por eso motivo, en próximos días se pondrán iniciativas en común para «tratar de resolver esto». Sin embargo, aprovechó para lanzar un dardo a aquellos «no están hoy detrás de la pancarta y que mañana se pegarán por salir en la foto con el rey en la final de Copa de rugby».
Con el manifiesto, leído en la Plaza Mayor por el presidente del Comité de Empresa de Lauki, José Manuel González, de CCOO, los trabajadores exigieron a las distintas administraciones que «pongan en el centro de su acción política a las personas, especialmente a las que han perdido o tengan visos de perder sus puestos de trabajo». A su juicio, «sin remedio alguno tienen que destinar todos los esfuerzos y recursos necesarios para parar la pérdida de puestos de trabajo y evitar que las principales víctimas de la crisis caigan en la exclusión y la marginación social».
El manifestó atacó directamente a las prácticas empresariales de este tipo, de las que señala que «no es posible que en este país se se consientan actuaciones así y no se debe permitir que grandes multinacionales expolien el capital humano, obtengan ingentes beneficios, desmonten el chiringuito y desaparezcan sin más, dejando por el camino un reguero de deslocalización territorial condenado a la pobreza».
Igualmente, José Manuel González subrayó que el «terrible mazazo» que ha supuesto el anuncio de cierre de estas firmas «supone un atentado directo a los puestos de trabajo» y ha provocado «el rechazo inmediato de trabajadores, sindicatos y arropado por la ciudadanía vallisoletana».
Los trabajadores auguraron «trabajo en todos los frentes para revertir esta situación, para defender los puestos de trabajo con todos los elementos legales y sindicales, procesos de diálogo». «Ya hemos advertido a los directivos que la lucha será dura y conflictiva. La unidad es la madre de la fuerza», deslizó González en el manifiesto.