Folclore sonoro en internet

eldiadevalladolid.com
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La Fundación Joaquín Díaz y la Diputación digitalizan más de 21.000 archivos sonoros

Jotas, cuentos, adivinanzas, coplas de ciego, rondas, villancicos, romances, paloteos… Son tradiciones sonoras de la España rural que el paso del tiempo se empeña en enterrar, y que la Fundación Joaquín Díaz lleva décadas luchando para preservar, gracias al apoyo de la Diputación de Valladolid. Ahora, merced a un convenio de colaboración con la plataforma online Wikimedia España, 21.371 archivos sonoros procedentes de 565 municipios de 26 provincias de 11 comunidades autónomas están disponibles de forma gratuita en internet, tanto en la web de la Fundación www.funjdiaz.net como en los portales de Wikipedia y Wikimedia.


«Hemos puesto a disposición de los usuarios tres modelos nuevos que, suponemos, podrán ser de gran utilidad en el futuro. Uno puede consultarse a través de la página de la Biblioteca Digital de Castilla y León y ofrece principalmente los temas recogidos en el área geográfica correspondiente a Castilla y León; en ella se ofrece la posibilidad de combinar la audición de grabaciones con la visualización de más de 4.000 pliegos y papeles impresos de los mismos temas. Otro modelo de consulta, que se activa ahora, permitirá la audición directa de cualquier grabación de campo a través de Wikimedia. Y finalmente, una nueva aplicación permitirá recurrir a las grabaciones de campo gracias a su geolocalización y a la relación con otros datos geográficos o sociales», reseñó Joaquín Díaz.


«No es fácil encontrar material sobre pueblos de Castilla, que en la mayoría de los casos están al borde de la despoblación o en ellos sólo quedan ancianos; el material que aporta la Fundación aporta un valor añadido enorme a los contenidos de Wikipedia. Muchas de las fotos cedidas son las únicas que tenemos hoy en día de esos pueblos de Castilla, y en muchos casos los pueblos han cambiado radicalmente desde que se tomaron esas imágenes. Y ahora la fonoteca aporta un valor tremendo», recalcaron los representantes de Wikimedia que se han ocupado del proyecto durante el último año, Miguel García y Jorge Galván.


En palabras de Joaquín Díaz, el material que ahora está disponible en la red «es la memoria de toda esa gente que probablemente ha fallecido ya, y que tenía algo que comunicar a sus descendientes y no lo ha hecho». «Muchas veces, cuando salíamos de grabar a la gente mayor, sus propios hijos nos decían que nunca habían oído a sus padres cantar antes, y es que no hubo ese nexo generacional que permitía que los hijos aprendieran de los padres. Todas las personas que nos hemos dedicado a grabar por los pueblos hemos buscado a esa persona sabia que era capaz de transmitir a la sociedad sus conocimientos, adquiridos de diferentes formas. Eran conocimientos que tenían que ver con la sociedad, y que se han ido perdiendo salvo en los casos en que se han registrado grabaciones», relata.


Desde Wikimedia agradecieron la colaboración desinteresada de la Fundación, que «en ningún caso ha puesto impedimento alguno por cuestiones económicas ni de derechos de autor». «Joaquín ha entendido que toda la gente que ha cantado ante su micrófono, lo hacía para que se preservara ese saber cuando ellos no estuvieran, y ahora cualquier persona de cualquier parte del mundo puede acceder a estos contenidos y descargárselos libremente», reseñaron los representantes de la empresa, que recordaron además que esta iniciativa permite «preservar para siempre el legado de la Fundación», y ponerlo a disposición del público «en una de las cinco páginas web más visitadas de todo el mundo, de forma libre».


Actualmente la web de la Fundación Joaquín Díaz recibe 1,8 millones de visitas al año, procedentes de más de 140 países, y los contenidos más demandados son los artículos de la revista ‘Folclore’ y cuestiones relacionadas con la etnografía y las vestimentas típicas de ciertas zonas.


 El presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, aplaudió la iniciativa y agradeció el trabajo de la Fundación «ayer, hoy y mañana, sabiendo siempre adaptarse a las circunstancias que nos toca vivir en cada momento» y «aprovechando las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías para difundir nuestro patrimonio».


«Hoy aunamos tradición, nuestras raíces, nuestra manera de ser, nuestro mundo rural y nuestros pueblos, nuestra manera de entender la vida en definitiva, con el exponente más tecnológico que pueda existir», resumió. Para Carnero, «las nuevas tecnologías tienen la bondad de que permiten acercar lo lejano, pero al mismo tiempo se dice que alejan lo cercano, si bien en este caso al alejar lo cercano estamos poniendo a disposición de todo el mundo un montón de conocimiento accesible desde cualquier rincón del mundo».