Universo Bergman

A. de la Fuente (SPC)
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El cineasta sueco, considerado uno de los más grandes productores de la historia del cine, sigue inspirando a directores actuales 100 años después de su nacimiento

Oscuro, mal humorado, mujeriego, pero también genuino, humilde o respetuoso. Las calificaciones hacia Ingmar Bergman (1918-2007) son tan pródigas como sus películas. El director sueco, que este 14 de julio cumpliría 100 años, es una de las personas más destacadas en la historia de la gran pantalla, una figura de referencia que inspiró a directores contemporáneos y que sigue inspirando a los cineastas actuales. 

Tal es así, que Woody Allen, tras  un encuentro con este mito del celuloide, calificó esa experiencia de la siguiente manera: «Fue como si un pintor de casas se sentara a charlar con Pablo Picasso».

Bergman fue además escritor, guionista, director de teatro y de televisión, pero, sin lugar a dudas, su faceta más destacada fue justamente la de director de cine. 

Una de las personas que mejor le conoció fue su productora y guionista, Katinka Faragó, que de él sostiene que  «era muy humilde con su trabajo y supo sacar lo mejor de cada actor», ya que conseguía que los artistas con los que trabajaba confiasen en él y se desnudaran ante su cámara.